Quien crea que el videoarbitraje reducirá a cero los errores y la polémica está en un error, según Arturo Brizio, presidente de la Comisión de Árbitros.
A días de implementar el VAR en la Liguilla del Clausura 2018, a menos que la International Board (IFAB) diga lo contrario en los próximos días, el exsilbante asegura que se reducirán los errores garrafales, pero recuerda que las jugadas difíciles seguirán siendo materia de interpretación.
“Yo creo que va a aumentar (la presión) porque el VAR no va a acabar con el error arbitral. El que piense que el VAR va a resolver todos los males de nuestro futbol desde el punto de vista arbitral, no es así. Ni en el mundo”, aseguró en entrevista con Mediotiempo.
“El VAR propende a evitar la injusticia deportiva, es decir, aquel error garrafal del árbitro, del cuerpo arbitral que pueda incidir en un resultado se va a resolver, pero la polémica va a seguir”.
De lo que se dice convencido es de que la implementación del VAR requiere reeducar a todos los protagonistas del juego, incluida la afición.
“Quiero lograr que mis árbitros salgan mucho más confiados sabiendo que en un momento dado ese error natural que se va a presentar puede tener solución, para mí eso sería lo mejor que puede traer el VAR”, explicó.
La Comisión ha capacitado árbitros y operadores, además de que ha diseñado el sistema que debe tener el aval del (IFAB) antes del 2 de mayo para el inicio de la Liguilla.
JUSTIFICA A SILBANTE QUE SE RETRACTÓ
Brizio asegura que en caso de que el VAR hubiera existido desde el fin de semana pasado, cuando Jorge Isaac Rojas se retractó de un penal que había marcado a favor de Xolos y en contra del Veracruz, la decisión habría sido la misma.
“Se requiere personalidad para reconocer un error, porque sabes que el equipo al que le quitaste el penal va a quedar muy contento pero ¿cómo se va a poner el equipo al que le dijiste ya tenías un penal y no lo vas a tirar?”, cuestionó.
Explicó que no siempre quien está más cerca de la jugada tiene el mejor ángulo y que la cuarteta arbitral puede comunicarse según lo que ven, lo que sucedió en el Pirata Fuente el domingo pasado.
“A veces el arbitraje parece que es una cofradía que se pone de acuerdo de forma malévola para perjudicar o beneficiar un equipo y al final el árbitro tiene un honor, tiene familia, su honestidad va más allá de los 90 minutos, pero de pronto hay ese malentendido que el árbitro da y quita resultados, y no es así”, afirmó.
