La semana anterior les decía yo, mis tres ávidos y entusiastas lectores, que, entre los cuatro grandes del futbol mexicano, no veía a alguno con pasta de campeón, sobre todo en un torneo tan irregular y en el que cualquier equipo malito que sale en un buen día, le puede pegar ahí un bailecito sabrosón a cualquier otro que venga jugando menos peor.
No acababa yo de mencionar que en Cruz Azul los jugadores tienen mentalidad mediocre, que el América venía de líder inflado sin ganar y que Pumas tuvo un muy buen inicio y después se cayó como niño en bici sin rueditas; cuando algunos amables fanáticos ya me estaban cociendo a mentadas de madre y de pendejo no me bajaban.
Ahora díganme, ¿qué pasó durante la jornada posterior? ¡Muy simple! América apenas empató contra Tijuana, Cruz Azul perdió con Santos; mientras Chivas y Pumas no se tocaron ni con el pétalo de una rosa. Entonces y sin más que agregar, América lleva tres igualadas en los últimos cuatro partidos, Pumas lleva tres sin poder ganar, Cruz Azul no ha podido obtener un triunfo desde la segunda jornada y Chivas; ¡no bueno!
¿En realidad alguien puede decirle aquí a su Charro Negro de confianza que alguno de estos equipos tiene posibilidades de ser campeón? Y hablo de posibilidades objetivas, no de un golpe de suerte que los lleve a obtener un título sin merecimiento, como muchos lo han logrado. ¿No verdad?
En mi humilde opinión las plantillas valen lo que pagan por ellas y por esa razón Monterrey y Tigres tienen arranques a bajo nivel, pero que van incrementando durante el desarrollo del torneo, lo que los convierte en favoritos naturales cada año.
Guadalajara es la clara excepción a la regla, pues, aunque invierten mucho dinero, por alguna extraña razón los jugadores no siempre rinden. Pulido y Peña ejemplifican perfecto los casos más notorios. No tengo idea si costaron más o menos millones que Gignac, pero el punto es que la diferencia en el nivel de unos y otro es enorme, y ya no hablemos del rendimiento. Y antes de que me quieran tundir les digo que no, ¡no le voy a Chivas!
Por lo anterior pienso que veremos a solo dos equipos grandes meterse a la liguilla y poco probablemente uno más que se cuela en el octavo lugar. Sin embargo, cuando tengan que enfrentar a Tigres, Monterrey o Santos, les voy apostando que hasta ahí llegan.
Desde ahora les digo que se repite la final, por lo que, si llego a equivocarme, aquí los espero para que puedan tildarme de hocicón o lo que ustedes quieran. Así las cosas.
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