MONTERREY -- Entre los deseos de Jürgen Damm el día 31 de diciembre destacaban dos, el brillar con Tigres en el Clausura 2018 y asistir al Mundial de Rusia con la Selección Mexicana, pero un día después la situación cambió.
Damm recibió el 2018 con la ilusión de consagrase como futbolista, pero horas después sufrió un accidente que lo llevó a pensar que sus días en las canchas podrían llegar a su fin, después de la explosión de un juego pirotécnico.
“Fueron momentos muy difíciles en mi vida, primero porque no sabía qué iba pasar, me metieron al quirófano y me comenzaron a limpiar las heridas, tenía miedo porque no sabía qué iba pasar con mi vista y con mi oído, fueron momentos complicados, amo jugar futbol y si me quitan eso no se qué hacer, me calmé y me tranquilicé, fue una lección muy fuerte en mi vida”, dijo en entrevista para ESPN Digital.
“En ese momento me imaginé lo peor, estuvo siempre mi familia para apoyarme, siempre supe que estuve protegido por Dios, salí adelante y ahora contento de seguir haciendo lo que más me gusta”, agregó el jugador mientras se frotaba las manos y dirigía su mirada hacia el suelo.
Damm ya pudo debutar en el actual torneo y considera su regreso a las canchas como una segunda oportunidad que le dio la vida para seguir jugando al futbol.
“Lo puedo tomar como una nueva oportunidad, de poder perder la posibilidad de jugar a estar dos semanas después entrenando, contento y feliz de poder estar de regreso”, expresó.
El extremo de 25 años ahora tiene el reto de consagrarse como titular para seguir siendo observado de cerca por Juan Carlos Osorio, seleccionador de México.