En Pumas y América el liderazgo lo ha tomado el hombre gol. En el caso de los universitarios, la gran figura del equipo en estos momentos es el chileno Nicolás Castillo; en tanto, del lado de los azulcremas, Oribe Peralta se ha consolidado como el gran líder y la voz de mando en el vestidor.
Y son estos dos delanteros, cada uno con su estilo, los que pueden definir el encuentro del próximo domingo en Ciudad Universitaria. Sí, ambos se encuentran en momentos muy diferentes en sus carreras futbolísticas. Mientras que Oribe es un atacante ya consolidado, con muchos logros deportivos, Nicolás intenta despegar por completo y demostrar que puede ser un gran referente para el conjunto de Universidad.
EXPLOSIVIDAD VS EXPERIENCIA
Nicolás Castillo llegó al futbol mexicano para el Clausura 2017 y de inmediato dejó latente su gran capacidad goleadora. Ese semestre marcó ocho goles en los once juegos en los que tuvo participación, un promedio de un tanto cada 117 minutos. Sin embargo, desde ese primer torneo también relució su temperamento traicionero que le generó dos expulsiones. Las lesiones también fueron una constante que le evitaron tener mejores números.
Para el Apertura 2017, otra vez Castillo fue la mayor referencia de Pumas. En esa temporada anotó en cinco ocasiones, aunque solo disputó nueve encuentros, para un promedio de un tanto cada 133 minutos. De nueva cuenta las lesiones se hicieron presente y le impidieron poder concluir el campeonato.
Ahora, para este torneo, el chileno ha empezado a todo vapor. En sus primeros dos partidos de Liga, ante Pachuca y Atlas, Nicolás ha marcado cuatro goles (dos en cada uno), yéndose de inmediato al liderato de goleo. El chileno se mantiene en un buen momento físico y futbolístico que ha sido importante para que Pumas asalte la cima de la clasificación; además que ahora cuenta con un socio como Matías Alustiza, quien le ha liberado de toda la responsabilidad del ataque.
El juego contra América llega en el mejor momento de Nicolás y puede ser una gran prueba para que se note su consolidación.
En tanto, con Oribe Peralta se puede decir lo mismo que desde hace varios años se ha dicho del Cepillo: que es una garantía de liderazgo y entrega dentro del terreno de juego. A sus 34 años, Oribe sigue mostrando el hambre de un novato y pelea por cada pelota como si apenas estuviera iniciando su carrera deportiva.
Peralta, quien llegó al América para el Apertura 2014, se ha consolidado como el gran líder de este equipo luego de la salida de otros referentes como Pablo Aguilar o Paolo Goltz.
El año pasado, Oribe contribuyó con una gran cuota goleadora al América, marcando ocho tantos en el Clausura y seis más en el Apertura. Sin embargo, el aporte de este delantero va más allá de los goles que pueda convertir, él es un líder nato que pregona con el ejemplo la manera como se debe encarar cada partido.
Ya desde hace algún tiempo Oribe Peralta se ha convertido en el mayor referente del América y tal vez una de las mejores noticias que se recibieron en las últimas semanas –además de la confirmación de los últimos refuerzos– fue que el delantero se mantendrá en el equipo hasta el 2020.
NICO: UN KILLER DEL ÁREA
1) UNA MÁQUINA AL ATAQUE: Tal vez la principal cualidad que tiene Nicolás Castillo como delantero, es su potencia física. El chileno está próximo a cumplir 25 años de edad, mide 1.79 metros y pesa 81 kilógramos. Estas características físicas, además de su explosividad, le genera mayor certeza en el mano a mano contra los rivales, y de ahí se han derivado la mayor parte de los 17 goles que ha marcado hasta el momento en el futbol mexicano. El gran problema de Nico es que suele lesionarse con frecuencia, lo que le corta ritmo.
2) GOLPEO DE BALÓN: Nicolás Castillo es un delantero muy completo. Lo mismo anota en jugada, que de remate (con ambas piernas o cabeza), así como de tiro libre. El golpe de balón que tiene el chileno ha llamado la atención, al grado que desde su primer torneo en el futbol mexicano, se convirtió en el cobrador oficial de Pumas de cualquier tiro libre directo. Tiene un gran porcentaje de efectividad a balón parado. Así que para evitar que Nico anote, se deben prever varios aspectos, incluido el no cometer faltas cerca del área.
3) TÉCNICA INDIVIDUAL: A simple vista, da la impresión de que Nicolás Castillo es el típico delantero definidor. Su complexión robusta, invita a creer que es solo un jugador de área; sin embargo, esta idea está muy alejada de la realidad. El atacante chileno ha hecho gala de tener una gran técnica individual en el dribleo para no sucumbir ante la marca de los defensores, es un jugador que combina bien la potencia con la agilidad, además, entiende muy bien su posición y sabe moverse en el momento justo o sabe cuándo debe retener la pelota.
4) EL ÍDOLO DE LA GENTE: Bien dice la frase de goles son amores, y con Castillo esto queda más que demostrado. En poco tiempo (apenas está en su tercer torneo con Universidad), se ha consolidado como el mayor referente de Pumas y la afición ya lo tiene en el pedestal de ídolo. Dentro del terreno de juego también traslada este liderazgo y es uno de los jugadores que más grita y pide la pelota durante los partidos. En estos semestres tan malos de Pumas, Nicolás ha sido lo más rescatable, aunque también se podría decir que ha provocado una dependencia hacia su persona.
5) EL REFERENTE DEL EQUIPO: Cuando Nicolás Castillo no está bien se nota de inmediato en el funcionamiento de Pumas, eso quedó de manifiesto en los últimos semestres en los que el chileno se lesionó en la parte final de los torneos. Ahora, en el proyecto de David Patiño, y ante la salida de todos los referentes de antaño, Nico ha quedado como la gran estrella de la institución y él lo asume como tal. De ser solo un goleador, ahora es una de las voces más importantes dentro del vestidor universitario. El chileno luce una gran fortaleza mental, pues aparece en cualquier tipo de compromiso.
ORIBE: LIDERAZGO Y SACRIFICIO
1) CARÁCTER A PRUEBA DE TODO: Una de las principales cualidades de Oribe Peralta es su carácter férreo; es uno de los jugadores que sin problema alguno puede echarse al equipo al hombro en los momentos de apremio, además siempre manifiesta ese deseo de pelear ante el rival, en la lucha cuerpo a cuerpo, aunque se vea superado por peso o estatura. Peralta nunca huye de la responsabilidad que tiene como líder del América y en cada pelota pone el ejemplo de cómo se debe combatir.
2) EL LÍDER DEL AMÉRICA: Desde hace varios torneos Oribe Peralta se convirtió en una de las voces más importantes del vestidor, y con la salida en los últimos semestres de elementos como Goltz y Pablo Aguilar, ahora el Cepillo asume por completo como el gran capitán del equipo. Oribe traslada este liderazgo y pone el ejemplo; en este tipo de compromisos es capaz de jalar al equipo en los momentos apremiantes; sabe que los reflectores están sobre él por ser el hombre gol y al mismo tiempo el capitán. Peralta es ese jugador que sabe cuándo pegar un grito.
3) HOMBRE DE CLÁSICOS: A Oribe le vienen bien este tipo de partidos, y como muestra está el hecho de que el capitán de Las Águilas marcó gol en los tres clásicos que afrontó el equipo la temporada pasada, ante Pumas, Chivas y Cruz Azul. Él sabe que estos compromisos son muy importantes para los aficionados, por los que da un extra al gran esfuerzo que siempre brinda, no se achica en estos escenarios. En la última visita a Ciudad Universitaria, en el Clausura 2017, marcó un gol. Siempre trata de ser determinante.
4) NO SOLO ANOTA, TAMBIÉN DEFIENDE: Oribe es un delantero que no solo se encarga de meter goles o abrir espacios para habilitar a sus compañeros, también es un elemento que es capaz de retrasarse para ser una válvula de salida, además que sus compañeros lo emplean en los momentos de apremio para que retenga la pelota y le dé un respiro a su equipo. Oribe es un hombre que tiene mucho sacrificio y pese a que poco a poco se ha convertido en un veterano, aún muestra una gran condición física para ir y pelear los balones en cualquier sector de la cancha.
5) SU INSTINTO EN EL ÁREA: Creer que los mejores años de Oribe Peralta ya pasaron, es caer en un gran error. El atacante de 34 años sigue mostrando una gran movilidad en el área, derribando la idea de que un centro delantero debe ser estático y esperar la oportunidad para marcar, no, Peralta mismo busca sus opciones y genera espacios que sus demás compañeros puedan tener opciones claras de cara a portería. Además, Oribe tampoco desconoce jugar en alguna de las bandas o atrás de algún delantero más; recibe bien de espaldas y tiene retención e inteligencia para pasar de buena manera.