En el futbol mexicano ocurre un fenómeno peculiar, sobre todo con los delanteros nacionales: después de cierto tiempo en el máximo circuito, terminan por recalar en la división de Ascenso. La mayoría se pierde en la inmensidad de una categoría que también tiene a los arietes foráneos como los más estelares; sin embargo, quizás los menos, destacan hasta un punto en el que su presencia se vuelve vital, de referencia, demostrando con goles, que probablemente, se encuentran ahí por falta de continuidad y no precisamente de talento. Este es el actual caso de Javier Orozco, atacante sensación del Tampico Madero.
A sus 30 años, el apodado 'Chuletita' vive con intensidad su primer semestre en el Ascenso MX. Fichó el pasado verano con la escuadra tampiqueña, una especie de filial de Santos Laguna, donde también dejó huella. Orozco recaló en Tamaulipas luego de una baja considerable en su accionar en Primera y aunque no es muy mayor, ya era un veterano desde su debut con Cruz Azul en 2005. Javier venía de un certamen con Veracruz en el que apenas disputó 146 minutos, repartidos en seis compromisos; en el Puerto pasó solo seis meses, antes hizo lo mismo con Jaguares.
Para hablar de su último gol, hay que remontarse hasta el 24 de septiembre del 2016, cuando le marcó a Necaxa defendiendo los colores del cuadro jaguar. De hecho, este fue su único tanto en el último año y medio que pasó en Primera División, tiempo en el que intervino 25 encuentros, aunque solo en once como titular. Algo había cambiado. Y es que no todo fue tiempos de tormenta para Javier Orozco, en sus inicios logró consolidarse como una opción importante de recambio para Cruz Azul, su alma mater, para después recalar en Santos, donde protagonizó los goles del título de Liga en 2015. Todo lo anterior, acompañado por esporádicas convocatorias a la selección mexicana.
Como fuera, parecía que el tiempo y la paciencia se habían agotado para 'Chuletita', que la última posibilidad para reivindicar su esencia como goleador era en el Ascenso, con una franquicia nueva y sin tanta posibilidad de trascender. Los roles se invirtieron y con Tampico Madero instalado en las semifinales del Apertura 2017, ante Bravos de Ciudad Juárez, noventa minutos de instalarse en la antesala del título (van con el 2-2 en el global), tienen en Javier Orozco a su mejor elemento, al más definitivo en cuanto a la ofensiva.
Orozco Peñuelas marcó 10 anotaciones durante los 15 encuentros que intervino en la fase regular, quedando a dos tantos de equiparar a Guillermo Madrigal, el monarca anotador del certamen. Pero eso no es todo. En la liguilla, Javier ya se hizo presente en la llave contra los fronterizos, marcando el primer gol del encuentro al minuto 28. Previamente, Tampico Madero ya había despachado a Mineros, el líder de la competencia. Ahora, requieren de nuevo del tino e idilio de un delantero, que, como lo advirtió desde su presentación, aprovecha su revancha: "Vengo aquí para demostrar de lo que estoy hecho y soy capaz", advirtió.