No es un sábado cualquiera en Ciudad Universitaria. Desde muy temprano, esta zona del sur de la ciudad se pintó auriazul y guinda por uno de los partidos más esperados y tradicionales del futbol americano estudiantil.
A diferencia del juego contra Águilas Blancas, que se disputó en Zapopan, los Burros Blancos visitaron el Pedregal para medirse a los Pumas CU. Y este partido dejó un mejor sabor de boca para sus aficionados, que asistieron al Olímpico Universitario para presenciar el Clásico entre la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.
Todavía a una hora de que iniciara el juego, los Goyas y los Huelum hicieron resonar el inmueble. La felicidad de los aficionados por poder presenciar este mítico juego se veía reflejada en cada porra. La pasión se había adueñado de sus corazones, gustosos de que este juego “no se les arrebató como el anterior”.
“Es todo un honor poder estar en un Clásico, es el juego más importante de nuestro futbol americano y nos alegra mucho que, a diferencia de Águilas, este sí lo podemos ver”, comentó Juan, un aficionado guinda.
En este partido se juega más que el orgullo entre las dos casas de estudios. Los Pumas quieren ganar sus últimos dos compromisos de la temporada para asegurar su liderato en playoffs, en tanto el panorama más sencillo para los Burros es llevarse los dos últimos juegos para ir a postemporada, con los felinos como su primer obstáculo.