El domingo 24 de agosto del 2008, puede ser una fecha intrascendente para la mayoría de quienes recuerden o no, qué hacían por entonces. No así para David Cabrera. Aquel día, el mediocampista cumplía el sueño de cualquier canterano de Pumas: debutar en el máximo circuito. Al minuto 88, Ricardo Ferretti le aconsejaba qué necesitaba para que realizara en los últimos instantes de un duelo ante Pachuca; ingresó por Fernando Morales, colocándose como mediocampista por izquierda… Universidad ganó por 3-1 ante los Tuzos.
Han pasado casi 10 años desde entonces, y algunos de los planes e ilusiones que Cabrera mantenía, se han postergado. En sus inicios era considerado como una de las perlas de La Cantera felina, un zurdo contención con proyección ofensiva, que lo mismo generaba futbol en ataque, que recuperaba la pelota cerca del área propia; sin embargo, lesiones y un considerable bajón de rendimiento, hicieron que su talento se disipara. Hoy, tiene una nueva oportunidad con Pumas, ya como un futbolista madura y encabezando el ecuador de la cancha.
“Me siento bien de volver a casa; tengo muchas ansias de ponerme la playera, de sentir los colores y el puma en el pecho, pero más, de jugar, de demostrarle a la gente que hay un David Cabrera diferente, que vuelvo más maduro y con ganas de ser importante”, aseguró para La Afición vía telefónica, a días de comenzar la pretemporada y después de un año cedido en Monarcas Morelia, donde vivió de cerca el descenso y la inactividad en el segundo semestre.
La directiva de Rodrigo Ares de Parga y el cuerpo técnico que encabeza Francisco Palencia, apuestan por futbolistas con una revancha como consiga y más aún, si fueron formados en el Pedregal; la fórmula funcionó recientemente con Pablo Barrera, que de a poco recobró su mejor versión y esperan algo similar con Cabrera: “Lo tengo muy claro, sé del compromiso que tengo con el club, es mi casa y deseo entregarme al máximo por este equipo; obviamente, agradezco la confianza que depositan en mí”.
La carrera de Cabrera dio un vuelco a finales de marzo del 2012. La selección mexicana Sub 23 jugaba el Preolímpico, y lo hacía con autoridad; en dicho equipo, David orquestaba los hilos del medio campo, ya se hablaba del interés de equipos europeos por conseguir sus servicios y con Guillermo Vázquez, en el primer equipo auriazul, era indiscutible. Los altos mandos del club aguardarían hasta la Olimpiada, en Londres, para saber qué ocurriría con él; la intención era retenerlo lo más posible, pues creían que su potencial le brindaría dividendos, incluso, jugando la Copa del Mundo del 2014.
Eran los últimos minutos de las semifinales frente a Canadá, México ganaba por 3-1, cuando David, en una acción de rutina, pierde el control de la pierna derecha y su rodilla sufre un movimiento extraño; segundo después, el jugador yacía en el césped, con un rictus de dolor inconsolable, que estremecía hasta a los cronistas: “Es una verdadera lástima por este chico… Tan buen partido que estaba dando. Qué mala suerte. Ojalá no se haya fracturado”, decía Luis García Postigo en la transmisión original de Tv Azteca.
Horas más tarde, el reporte médico indicaba un diagnóstico que golpearía a David en lo anímico: ruptura de ligamento cruzado, ingresó al nosocomio para cirugía, con lo que se perdería los Juegos Olímpicos y Pumas, de una oportunidad para exhibir a uno de sus mayores talentos a nivel internacional. Su carrera entraría en una larga pausa, que se extendería, debido a que después del Clausura 2013, una nueva rotura, ahora de la rodilla izquierda, le impediría recobrar el mejor nivel…
Desde inicios del 2014, Cabrera comenzó de cero en Pumas, el equipo con el que se identifica, del que era aficionado antes de ingresar a sus fuerzas básicas, y justo cuando todo parecía ir viento en popa, las dudas de Memo Vázquez, así como una nueva lesión, ahora de clavícula, le alejaron de la titularidad. Salió del club a mediados del año anterior y ahora está de vuelta, con un rol completamente distinto al que antes tenía, con mayores obligaciones y la encomienda de ahora sí, consolidarse al cien por ciento.
“No puedo pensar en selección, en el tiempo perdido, en el hubiera de diferentes momentos, lo que quiero es enfocarme en mi presente. Tengo 27 años y sé que ya no soy el joven que comenzó su carrera, he cometido errores, pero también sé que tengo la oportunidad del equipo que amo, de revertir lo que no sucedió antes. Quiero, primero, ganarme un puesto, ser importante para el equipo y ayudar a los chicos nuevos, ser un referente positivo… Creo que es ante la adversidad, cuando emerge la mejor versión de uno. Este es mi momento”, confiesa David.
UN CAMINO COMPLICADO
LESIÓN FECHA CONSECUENCIA
Rotura de ligamento Marzo del 2012 Se pierde los Juegos Olímpicos
en la rodilla derecha
Rotura de ligamento Junio del 2013 Se ausenta de la Copa Oro
en la rodilla izquierda
Fractura en la clavícula Agosto del 2015 Pierde titularidad en Pumas