Comienza el sexto mes del año en Escocia, con un nublado día de fondo y la llegada un joven espigado al aeropuerto internacional de la ciudad, a trece kilómetros del centro... Tés morena, fornido y un extraño dialecto para la mayoría de los ciudadanos que pasan por ahí. Maleta en mano y con una acompañante, de nombre Eduardo, apellido Herrera, nacionalidad mexicana y futbolista como profesión, toma un taxi afuera de recinto. ¿El destino?... Ibrox Stadium, casa del Rangers, el equipo más mediático del país, y es que los Ligth Blues estrenarán delantero para el siguiente torneo.
Así, como el relato mismo, de la nada, el ariete surgido en Pumas se convirtió en el segundo refuerzo de un cuadro que busca recuperar su grandeza y que de la mano de Pedro Caixinha, un viejo conocido para Herrera y para Carlos 'Gullit' Peña, otro mexicano y ahora compañero de Lalo, tendrán la encomienda de recomponer el curso de un club popular, pero sobre todo ganador en Escocia; 145 años avalan la historia del Rangers, que a partir de ahora, es la casa de dos mexicanos, el tercer y cuarto en militar en la Scottish Premier League, respectivamente.
A mediados de marzo pasado, Pedro Caixinha tomó las riendas del Rangers, con la mira puesta en terminar la temporada de la manera más decorosa posible, luego de que a su regreso al máximo circuito, después de cuatro años de declararse en banca rota, las cosas no salían como se esperaba. Con 67 puntos luego de 38 jornadas, el entrenador portugués consiguió que el equipo respondiera y se colocara en el tercer peldaño, detrás del sorpresivo Aberdeen (76) y el arrollador paso de un Celtic (106) que durante varios cursos se ha adueñado de los primeros sitios.
Al término de la temporada emergente para Caixinha, el timonel se refugió en elementos que conoce a la perfección; Pedro volteó a México, donde dirigió en casi dos años a Santos Laguna, consiguiendo el título de Liga y Copa. Pensando en retocar varias líneas del equipo, pero sobre todo la ofensiva, el portugués sondeó el mercado y con el capital estable del Rangers, fichó a un par de futbolistas mexicanos, con la intención de hacerse de un sitio en Europa y recobrar su mejor versión posible: Herrera y el Gullit.
Peña vivió un semestre complicado, en el que regresó a León después de un año completo en Chivas, donde terminó cansado del rechazo de una afición crítica y la pérdida de la confianza de Matías Almeyda, quien le había llevado al Rebaño; en el Bajío, el mediocampista y armador registró 17 apariciones y marcó dos goles. Algo similar aconteció con Herrera, que se refugió en Veracruz, cedido por Pumas, para recobrar su olfato goleador; vestido de escualo sumó 13 encuentros y tres anotaciones. Una especie de revancha es lo que a ambos motiva para embarcarse en la aventura de un desconocido sitio llamado Glasgow.
Caixinha apuesta por ellos para robustecer una plantilla que requiere experiencia, desequilibrio y goles. Bajo la disciplina a ultranza del portugués, Herrera, a quien ya dirigió en Santos, espera recobrar el óptimo momento que atravesó en Universidad Nacional (2014-15), así como el Gullit las cualidades que le brindaron la posibilidad de jugar el Mundial pasado, colocándolo como un referente en ofensiva. En estos días, además de los mexicanos, también se ha sumado Bruno Alves, un veterano defensor portugués, que proviene de la Serie A, así como el mediocampista Ryan Jack, que era reserva del Aberdeen.
La misión para Rangers y los mexicanos no es otra que romper la hegemonía del Celtic, pentacampeón de la Liga escocesa ininterrumpidamente, así como hacerse de un sitio en la fase de grupos de la Europa League, torneo del que jugarán la primera ronda previa a finales del próximo mes de julio. El proyecto del equipo escocés es serio y más allá de las limitantes del propio torneo británico, la exposición, en caso de consolidarse, no solo Herrera y Peña, sino a nivel colectivo, sería pelear por devolver identidad a un club ganador desde sus entrañas: "A eso vengo, mi capacidad ya está probada", dijo el propio Caixinha cuando lo presentaron.
ESTUVIERON ANTES
Después de la Copa del Mundo del 2010, Efraín Juárez se convirtió en el primer mexicano en militar en la Primera División de Escocia, al fichar precisamente por el Celtic, donde permaneció una temporada, con unos primeros meses positivos, pero un cierre de campaña que culminó con su cesión al Real Zaragoza de España; también, para el curso 2013-14, Gabriel Rojo, un férreo defensor, se enroló con el Partick Thistle, en el que no tuvo la participación que esperaba. Ellos habían sido los únicos dos connacionales que tuvieron presencia en la Scottish Premier League.