Mucho se ha criticado la era de Francisco Palencia, sobre todo este semestre, debido a la falta, por importantes lapsos, de argumentos defensivos. Pese a tener jugadores de calidad probada, como Darío Verón o Gerardo Alcoba, ha sido la zaga la línea más vulnerable de Pumas; sin embargo, dentro de la nueva gestión auriazul, las cifras también arrojan otra estadística relevante: la actual oncena del Pedregal es la que mayor cantidad de anotaciones ha logrado, en comparación con sus dos anteriores timoneles, en igualdad de circunstancias.
Contabilizando exclusivamente partidos de Liga, Palencia suma 30 cotejos, 13 victorias, seis empates y 11 descalabros, pero es en el rubro de las anotaciones donde su trabajo es más relevante que el de entrenadores como Guillermo Vázquez o José Luis Trejo. La actual versión de Universidad ha sumado 50 tantos en sus primeros 2 mil 700 minutos de juego, lo que se reduce a 1.6 goles por compromiso disputado, además de registrar una efectividad de 43%, también superior a la de los dos técnicos anteriores a Paco.
En sus primeros 31 duelos, que resumieron el Apertura 2014, incluida la Liguilla y el Clausura 2015, Memo Vázquez consiguió 12 victorias, 11 igualadas y ocho derrotas, marcando 41 veces en puerta ajena; su equipo se distinguía por ser un cuadro equilibrado, que gustaba de ceder la iniciativa al enemigo. Los 33 cotejos que resumen en Liga la estancia de José Luis Trejo en Universidad, datan de nueve triunfos, igual cantidad de empates y 15 descalabros, por 37 anotaciones a favor. Esta versión del equipo dependía de engranes como Daniel Ludueña o Dante López para hacerle daño al rival.
El mérito ha sido de Palencia, sin duda, pero también de piezas claves en el funcionamiento del cuadro del Olímpico. Entre Matías Britos, Pablo Barrera y el recién incorporado Nicolás Castillo, suman 26, más de la mitad de los tantos que colocan a estos Pumas como los de mayor pegada en ofensiva; el estilo de vértigo por las bandas les ha funcionado. Otros, como Jesús Gallardo (6) o Abraham González (4), también han colaborado para incrementar la cuota, así como jugadores que se incorporan por sorpresa, como Darío Verón (2) y Alan Mendoza (1).
Y es precisamente en la zona baja donde los felinos han padecido, y mucho. Si bien sus goles los definen como los mejores en este rubro, el equipo de Palencia también es el que, en comparación con las escuadras de Memo Vázquez y José Luis Trejo, más tantos ha apercibido. Con 46 goles en contra, los vigentes Pumas padecen en demasía los contragolpes, debido a lo lenta que pudiera verse su defensa en esta clase de jugadas; los antecesores mencionados, respectivamente, recibieron 41 y 39; cabe destacar que Darío Verón integró cada una de estas zagas.
Hasta el momento, han sido cuatro resultados abultados los que también han nutrido los números a favor de Pumas, en el tenor de los goles. El torneo anterior cosecharon dos resultados valiosos en este sentido: en la sexta fecha recibieron al Monterrey, mismo al que vencieron 5-3; quince días más tarde, ahora ante Querétaro, se impusieron 4-1; en el cierre del semestre y con la Liguilla como escenario ideal, acudieron a Veracruz y solventaron un nuevo 4-1, que los acercó al boleto de la fase final; en este Clausura 2017, el reciente 3-1 en Chiapas, contra Jaguares, ha sido el electrónico de mayor realce.
“Sabemos a lo que jugamos, nadie me puede recriminar que por entrega, sacrificio e intención ofensiva, mi equipo no gana. Los chicos se mueren en la raya, y puede que a veces no llegue la recompensa anhelada”, ha repetido más de una ocasión Palencia, después de los partidos; la construcción de juego por las bandas, ya sea desde la salida, o bien, por el centro, es la principal característica del cuadro auriazul, que los define.
MOMENTO DE SALDÍVAR
Palencia, en búsqueda del rendimiento adecuado, ha rotado a ciertas piezas de su baraja. Pese a que en el arco se encontraba Alejandro Palacios, la salida que brinda Alfredo Saldívar con los pies, jugando como una especie de líbero, ha sido un factor determinante para que asuma el rol de inamovible en la meta; “Va a jugar el que esté mejor, y eso se gana en los entrenamientos”.