Hoy, prácticamente cualquiera puede ser campeón de goleo en la Liga MX, basta con hacer apenas 11 tantos para poder 'presumir' un lugar en la estadística como el mejor anotador del torneo en cuestión. ¿Por qué once? Porque es la cifra que más se ha repetido, siendo ocho los jugadores que han logrado esa marca.
29 goles es la cifra máxima que se ha logrado anotar en la historia de los torneos cortos, el récord impuesto en el Apertura 2002 le pertenece al 'Príncipe Guaraní,' José Saturnino Cardozo, un delantero de época tanto en el Toluca como en el balompié nacional. Casi 15 años después, no hay nadie que logre acercarse, ni siquiera a la mitad.
El mismo Cardozo ha sido el único capaz de rascar su récord, lo hizo un torneo después al realizar 21 anotaciones, le sigue Alfredo Moreno con 18 dianas en el Apertura 2007 y Emanuel Villa en el Apertura 2009 con 17 goles, siendo los únicos que han rozado la frontera de los 'veinte'.
Fuera de ellos, delanteros han ido y venido, incluso hay casos en los que se han repetido como líderes de goleo, caso específico del fallecido Cristian Benítez que fue campeón de goleo en 4 ocasiones (una con Santos y tres con América) pero, en ese rubro, su máxima cuota fue de 14 tantos.
Hoy, a falta de siete jornadas por jugarse, el líder momentáneo es el chileno Nicolás Castillo con 8 goles, jugador que anota cada cien minutos y, de seguir con la tendencia, llegaría aproximadamente a 13 tantos, una cifra decente para su primer torneo pero aún por debajo de la mitad del récord histórico.
La cifra que tal vez hace más ruido es que sólo tres mexicanos han logrado adjudicarse dicha distinción en los últimos 15 años: Omar Bravo, Ángel Reyna y Javier Hernández.
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