El fútbol a menudo nos brinda momentos memorables y emocionantes que quedan grabados en la historia del deporte, y este sábado el Estadio Luigi Ferraris fue testigo de uno de esos instantes que difícilmente se olvidarán. El AC Milan se enfrentó al Genoa en un partido que dejó una imagen para la posteridad: Olivier Giroud, colocado bajo los palos como portero, defendiendo con coraje y determinación la portería ‘rossonera’. La actuación del francés no solo aseguró la victoria por 1-0 para los suyos, sino que también conmovió a todos los hinchas.
El partido, que había comenzado como cualquier otro en la Serie A italiana, tomó un giro inesperado en el minuto 98 cuando el arquero titular del Milan, Mike Maignan, fue expulsado. Sin un portero suplente en el banquillo, el Milan se encontraba en una situación complicada.