La marca Honda decidió regresar a la Fórmula Uno en 2015 para proveer motores a la escudería McLaren, a fin de recuperar una sociedad que duró de 1988 a 1992, y después que los japoneses compitieron como equipo independiente entre 2006 y 2008.
El inicio no fue sencillo y los primeros puntos de 2015 tardaron seis Grandes Premios en llegar, cuando Jenson Button fue octavo en Mónaco; la situación no mejoró, y el español Fernando Alonso la resumió con un par de imágenes: en una silla de playa en Brasil, después de sufrir la enésima falla mecánica, y al completar solo una vuelta en México porque el motor no funcionaba.
Sin embargo, el dos veces campeón del mundo manifestó su confianza en que Honda solo pagaba el noviciado y que los monoplazas McLaren estaban listos para pelear por el título en 2016, pero de nuevo no ocurrió.
Aunque hubo un crecimiento, del noveno puesto al sexto en el campeonato de constructores, y casi 50 puntos más, los motores no encontraron la regularidad.
Las actuaciones para el recuerdo, como los quintos lugares en Mónaco y Estados Unidos, llegaron gracias al talento de Alonso, uno de los pilotos más brillantes de la parrilla.
El 2017 se presentaba como una nueva oportunidad, pero los test en Barcelona resultaron una pesadilla. Fue habitual que Alonso, o su nuevo compañero, Stoffel Vandoorne, se quedaran parados en la pista o no salieran del garaje, mientras el equipo intentaba resolver los problemas con la planta de poder.
Cuando por fin pudieron correr, la situación no mejoró, Vandoorne tuvo el tiempo 17 entre los 22 participantes, y Alonso el 18, McLaren fue la escudería que menos vueltas completó y el motor Honda el que menos kilómetros registró.
Una pesadilla. Tras la cual el piloto español y el director de la escudería, Eric Boullier han levantado la voz y le exigen a los japoneses dar un salto de inmediato, o incluso analizan comenzar la temporada con otros motores.
Ante la premura de la próxima campaña parece poco probable que eso ocurra, pero McLaren quiere forzar a Honda a salirse del contrato, y poder refugiarse en Mercedes o en algún proveedor más confiable.
Otro problema es el dinero, porque la marca nipona es la que más capital aporta para la escudería británica como patrocinador.
La temporada se presentaba como prometedora con el cambio de reglas. Alonso sigue en la búsqueda de su tercer título, y en la temporada 2016 ocupó el el décimo lugar de conductores, por arriba de Felipe Massa, piloto de Williams, y tuvo 33 puntos más que su ex compañero Jenson Button.