A nivel de juego, el Celta de Vigo casi nunca defrauda. Otra cosa es su capacidad para traducir esas buenas impresiones en gol. En esa labor, cuando Iago Aspas no está fino, el cuadro celeste sufre más de la cuenta. Le pasó en el doble choque de dieciseisavos de final ante el Shakhtar Donetsk, resuelto en una agónica prórroga, y volvió a ocurrirle durante los primeros 45 minutos del compromiso de octavos ante el FC Krasnodar.
Los vigueses movieron el balón con agilidad, profundizaron por ambas bandas y se asomaron al área rival en innumerables ocasiones. Pione Sisto atormentó a la zaga rusa con su verticalidad y habilidad para el regate, John Guidetti se movió bien de espaldas a portería y favoreció las triangulaciones en tres cuartos, Hugo Mallo se incorporó en numerosas ocasiones y tanto Radoja como Marcelo Díaz se bastaron y sobraron para solventar el trabajo defensivo y dar salida al balón. El problema es que sin gol, todo este esfuerzo resulta baldío. Y oportunidades hubo de sobra, pero ni Cabral ni Sisto ni Aspas ni, en especial, Guidetti fueron capaces de enviar el balón al fondo de las mallas de un Krasnodar que se marchó al descanso con la sensación de haber aguantado el chaparrón.
Aunque Daniel Wass sacó petroleo en un disparo de falta en el arranque de la segunda parte y logró batir a un desconcertado Kritsyuk, el cuadro gallego volvió a ser víctima de otro de esos males que se han dejado ver con demasiada frecuencia a lo largo del curso: su incapacidad para dar pausa a los partidos. Con lo que había costado encontrar el gol, lo que pedía el encuentro era un poco de calma, un paso atrás para esperar la respuesta del rival y salir a la contra aprovechando los espacios que suele dejar cualquier equipo que busca el empate. Pues bien, lejos de sosegarse, los de Eduardo Berizzo siguieron dibujando su fútbol alegre, sin preocuparse demasiado por la defensa y el Krasnodar, casi sin quererlo, se encontró con las tablas en su segundo disparo a puerta de todo el partido. El empate fue un golazo, firmado por Claesson tras una filigrana dentro del área, pero llegó más por la falta de tensión defensiva del Celta que por el poder ofensivo de la escuadra del sur de Rusia.
Claudio Beauvue firma la victoria
Por fortuna para los de casa, toda esa falta de acierto en el remate a lo largo de 89 minutos se transformó en precisión cuando el partido agonizaba. En la enésima cabalgada por banda diestra del incansable Mallo, su centro fue directo a la cabeza de un Claudio Beauvue que, pese a haber dado cierta sensación de despiste en los pocos minutos que llevaba sobre el terreno, se sacó un remate poderoso ante el que nada pudo hacer el meta ruso.
Aunque el 2-1 podría considerarse valioso, porque obliga al rival a salir en busca del gol en la vuelta, lo cierto es que el Celta no debería darse por completamente satisfecho. Con algo más de acierto, la eliminatoria podría estar ya finiquitada, pero con este marcador, un simple gol del Krasnodar echaría a perder todo el trabajo realizado hasta la fecha...
Entre el resto de choques que completaban esta jornada, es justo hacer mención tanto a la contundente victoria del Racing Genk en casa de su vecino, el Gante (2-5); como al trabajado triunfo del Olympique Lyon ante la AS Roma. Los galos se marcharon al descanso con un preocupante 1-2, pero fueron capaces de darle la vuelta al choque gracias a los goles anotados por Corentin Tolisso, Nabil Fekir y Alexandre Lacazette. Por lo visto hoy en Gerland, el partido de vuelta se antoja muy interesante y competido.
Resultados de octavos de final (ida):
Apoel Nicosia 0-1 Anderlecht FC Copenhague 2-1 Ajax de Ámsterdam Rostov 1-1 Manchester United Celta de Vigo 2-1 FC Krasnodar Schalke 04 1-1 Borussia M’Gladbach Olympique de Lyon 4-2 AS Roma Olympiacos 1-1 Besiktas Gante 2-5 Racing Genk