En el fútbol, no siempre el marcador refleja lo que acontece sobre el campo. El 1-1 con el que se llegó al descanso en San Mamés es un claro ejemplo. El Athletic Club dominó el partido por completo, controló la posesión y dispuso de ocasiones de todo tipo, pero a la hora de la verdad sólo pudo empujar una de ellas al fondo de la red. A su rival, en cambio, le bastó con asomarse una sola vez al área para recibir el premio del gol.
Por fortuna para los rojiblancos, su tanto llegó apenas un par de minutos después de que Efrem finalizase con un bello disparo una jugada nacida de una pérdida de Ander Iturraspe y facilitada tanto por el preciso pase de Vinicius como por la falta de colocación de un Óscar de Marcos que sigue acusando en demasía su falta de fundamentos defensivos. Curiosamente, el encargado de subir el empate al marcador, fue el lateral zurdo Mikel Balenziaga quien soltó un disparo desde el pico del área que, tras tocar en hasta dos zagueros, acabó superando a Waterman.
Nada cambió tras el descanso. El Athletic seguía dominando sin paliativos, aprovechando las superioridades que generaba Iker Muniain con su movilidad en tres cuartos y la capacidad de desborde del entonadísimo Iñaki Williams, pero no terminaba de acertar con la portería. Por fortuna, cuando comenzaba a intuirse cierto nerviosismo, los atacantes afinaron su puntería y lograron sumar, al menos, dos goles más (Aritz Adúriz e Iñaki Williams). El APOEL, fiel a su estilo, espero y espero, capeó el temporal como pudo y acabó sacando más que petróleo. En su segunda llegada, Gorka Iraizoz tuvo que dibujar una palomita para despejar un cabezazo de Igor de Camargo, y en la tercera, casi al filo del 90, Gianniotas disparó cruzado para superar al meta navarro y firmar un 3-2 final que deja abierta una eliminatoria que, por juego y ocasiones, tendría que haber llegad a Chipre completamente sentenciada a favor de los rojiblancos..
El Villarreal sucumbe al poder de Edin Dzeko
Aunque a priori cabía pensar en un Villarreal dominador y en una AS Roma agazapada a la espera de un contraataque, lo cierto es que los italianos se saltaron el guión y plantaron cara desde el pitido inicial. Su planteamiento tal vez pilló por sorpresa al submarino amarillo, que tardó mucho en soltarse los nervios iniciales y sufrió más de la cuenta para hilvanar su habitual estilo de toque y posesión.
El partido se movía pues en esa línea de fino equilibrio en la que queda claro que será un pequeño detalle el que acabe decantando el marcador. Y por desgracia para los amarillos, fue uno de los suyos, Samu Castillejo, quien cometió el error de perder un balón en apariencia sencillo, y uno de sus rivales, Emerson, quien aprovechó la ocasión para sacarse un zapatazo de 20 metros que se coló por la escuadra de la meta defendida por Sergio Asenjo. Rota la simetría, el Villarreal entró en una cuesta abajo de la que ya no pudo salir.
Es cierto que en el arranque del segundo acto, los de Fran Escribá tiraron de casta y firmaron sus mejores minutos, pero tras los fallidos intentos de Cedric Bakambu y Samu Castillejo, emergió la figura del bosnio Edin Dzeko. El punta, que hasta ese momento acumulaba 26 goles en 34 partidos, dio rienda suelta a su enorme talento anotador y sacó partido a los tres balones que pasaron cerca de él durante este periodo. Su hat-trick en apenas 25 minutos certificó la goleada del cuadro giallorosso y dejó al conjunto español con escasísimas opciones de alcanzar los octavos de final.
Resultados de dieciseisavos de final (ida):
FC Krasnodar 1-0 Fenerbahçe
Celta de Vigo 1-0 Shakhtar Donetsk
Olympiacos 0-0 Osmanlispor
Borussia MG 0-1 Fiorentina
Gante 1-0 Tottenham
AZ Alkmaar 1-3 Olympique de Lyon
Astra Giurgiu 2-2 Racing Genk
Rostov 4-0 Sparta Praga
Anderlecht 2-0 Zenit San Petersburgo
Manchester United 3-0 Saint-Etienne
Villarreal 0-4 AS Roma
Hapoel B. Sheva 1-3 Besiktas
PAOK Salónica 0-3 Schalke 04
Legia Varsovia 0-0 Ajax de Ámsterdam
Athletic Club 3-2 APOEL