QUITO, Ecuador.- Siempre clásico, la rivalidad de la Argentina con Brasil queda expuesta en toda clase de competencias. El fútbol lleva esas diferencias al extremo y la cuarta jornada del Sudamericano Sub 20, que se disputará mañana, en el estadio Atahualpa, tendrá como epílogo de la triple función a argentinos y brasileños. Un juego que podría marcar el rumbo de los juveniles criollos, pero también de los dirigidos por Rogério Micale, quienes tomaron impulso en el hexagonal después de derrotar 1-0 a Venezuela, tras un polémico arbitraje del peruano Diego Haro. La canarinha es la selección más ganadora en el historial del torneo, con 11 títulos, aunque no levanta el trofeo desde Perú 2011, con la guía de Neymar.
Con Uruguay como firme candidato a la corona, el único seleccionado que se impuso en los tres juegos, lo que le valió asegurarse una plaza para el Mundial de Corea del Sur, el resto deberá sudar para llegar a la cita asiática. Y Brasil, que con el mando de Rogério Micale reverdeció en 2015 al lograr el subcampeonato del mundo, en Nueva Zelanda, y el año pasado se colgó por primera vez la medalla dorada en los Juegos Olímpicos, desanda con cierta fragilidad el recorrido. Un 2-2, tras sacar dos goles de ventaja en el debut con Ecuador y la caída agónica 1-2 con Uruguay ensombrecieron el panorama; el éxito 1-0 con Venezuela oxigenó al scratch, aunque el desastroso arbitraje de Haro empañó su conquista.
Como la Argentina, Brasil tiene dificultades en este certamen. Encontró en Felipe Vizeu a su mejor argumento ofensivo, con tres festejos en el campeonato, pero no convence desde el juego. Caio Henrique, su capitán, y el artillero son las piezas de relieve; Richarlison, Douglas Luiz y Allan, estos dos últimos saltando la mayoría de las veces desde el banco de los suplentes, los rostros a los que Rogério Micale apunta para en las dos jornadas que restan lograr el objetivo de ser mundialistas.
Felipe Vizeu es una de las caras visibles de la renovación de Flamengo, donde jugó 26 partidos y anotó 8 goles. Nacido en Tres Rios, estado de Río de Janeiro, su carrera futbolística no comenzó en ninguno de los equipos cariocas, sino en Belo Horizonte. Su tío André lo llevó a América Mineiro lo llevó a probarse y fue seleccionado para participar de un torneo Sub 15. Un conflicto legal con el contrato lo alejó durante seis meses del juego y al conseguir la libertad, lo fichó Flamengo. Ahora en la selección Sub 20, no olvida el sacrificio de los días en Minas Gerais, cuando no tenían agua después de una práctica o no podían asistir a la escuela por el micro se quedaba sin gasolina en el recorrido. El estudio sigue siendo una materia pendiente para el delantero de 19 años, quien les prometió a sus padres terminar el colegio secundario. Ronaldo ["era rápido, habilidoso, inteligente y excelente definidor", sostiene] es su ídolo deportivo; de los atacantes actuales, trata copiar movimientos de Karim Benzema (Real Madrid) y de Robert Lewandoski (Bayern Munich).
Si Felipe Vizeu es una llave para los triunfos, Caio Henrique es el liderazgo en el terreno. Recaló en Atlético de Madrid con el pase en su poder, después que Valencia, Sevilla y un par de clubes de la Premier League intentarán convencerlo para que se uniera a ellos. El Cholo Simeone lo integró al plantel durante la pretemporada de 2016 y actualmente juega en el Atlético Madrid B. Incondicional de Paulo Henrique Ganso, fue apadrinado por Falcao, el mejor jugador de la historia del fútbol sala. "Me vio jugando a los 11 años, le gusté y, desde entonces, se encarga de todo lo que pasa fuera del campo", reconoce el capitán, quien también es asesorado por Deco y Luizao, que trabajan para la empresa Gestifute, manejada por el agente portugués Jorge Mendes. La pierna izquierda es su fuerte y con ella es un especialista en las acciones con pelota detenida. Con más filigrana que efectividad, más espectacularidad que efectividad, el volante que retenía demasiado la pelota y se inclinaba por una acción lujosa a darle continuidad y velocidad a una avanece, se fue puliendo para destacarse en el juego europeo.
En los festejos de Felipe Vizeu y la conducción de Caio Henrique, Brasil tiene a sus dos principales espadas para batallar en las dos últimas fechas del hexagonal. La Argentina deberá tomar recaudos para que la defensa pueda controlar al artillero, mientras que los volantes no deberán dejar pensar el estratego. Darle espacio y libertades puede significar el derrumbe criollo y que la verdeamarelha encuentre el camino hacia la Copa del Mundo.