El Real Madrid buscará goles y argumentos que le refuercen como líder del Grupo F de la Liga de Campeones ante posibles empates finales -marcha igualado a puntos con el Borussia Dortmund-, en un encuentro extraño en Varsovia, ante el modesto Legia, que no tendrá apoyo por el castigo a sus ultras.
Incertidumbre y máxima seguridad espera el Real Madrid en Varsovia, tras ver los incidentes que han protagonizado los ultras del Legia en el estadio Wojska Polskiego y en su visita a Madrid, cuando convirtieron los aledaños del Santiago Bernabéu en una batalla campal.
Sin embargo, serán atraídos por el Legia a las puertas del estadio, ya que han instalado unas pantallas gigantes para que el aliento de los aficionados se sienta sobre el césped en un encuentro a puerta cerrada.
El Real Madrid intentará aislarse de todo y seguir su camino firme en Liga de Campeones. Su empate en Dortmud en un encuentro que tenía encarrilado y dejó escapar en los últimos compases, es el único lunar y provoca que comparta liderato con un Borussia que no falló en Lisboa y ahora recibe en su estadio al Sporting de Portugal.
Marcar un buen número de goles, que Cristiano Ronaldo principalmente se acerque a un récord que persigue en Liga de Campeones, ser el primero en firmar el centenar, y refuerce su confianza tras reencontrarse con el gol con su triplete en Vitoria al Alavés y, sobre todo, conseguir dejar la portería a cero tras nueve partidos seguidos encajando, son los retos del equipo de Zinedine Zidane.
El técnico madridista cuenta con un buen puñado de bajas importantes para el partido. En defensa se suma Pepe a Sergio Ramos por una rotura muscular que deja tan solo a Varane y Nacho como centrales. A última hora se cae también Marcelo y provoca la llamada del canterano Álvaro Tejero. Y en el centro del campo a las ausencias por lesión de Casemiro y Luka Modric se ha sumado la de James Rodríguez.
Así las cosas, Zidane se ve obligado a variar su defensa tipo con la entrada de Nacho en el centro de la defensa y Fabio Coentrao en el lateral izquierdo. El portugués aún anda corto de ritmo tras reaparecer hace una semana en Copa del Rey tras siete meses de baja, por lo que no extrañaría que Danilo cambiase de banda si fuese el elegido. En el centro del campo junto al incombustible Toni Kroos estarían Mateo Kovacic e Isco Alarcón. Y en los tres de arriba la novedad puede ser la entrada de Álvaro Morata en lugar de Karim Benzema, tras las grandes actuaciones del canterano en los últimos partidos.
Mientras, el Legia de Varsovia llega a la cita tras perder los tres partidos disputados en la fase de clasificación de la Liga de Campeones, y encara la visita del Real Madrid asumiendo su condición de equipo inferior pero con la ilusión de reivindicarse en la competición más prestigiosa.
El entrenador del conjunto varsoviano, Jacek Magiera, admitía días atrás su decepción por los malos resultados cosechados en Europa porque aseguró que aunque el Legia y la liga polaca están a un nivel más bajo que la española o la alemana, la diferencia no es tan abultada como indicó el marcador tras los partidos contra el Real Madrid y el Borussia Dortmund.
Ese clima de cierto pesimismo que vive el Legia de Varsovia no se respira entre su hinchada, dispuesta a animar a su equipo como hace en cada partido, aunque en esta ocasión tendrá que hacerlo desde los aledaños del estadio. La de mañana será la cuarta ocasión en los últimos años (la última en 2013, ante el Apollon Limassol) en la que el conjunto polaco disputará un encuentro europeo a puerta cerrada por el comportamiento de su hinchada más radical, que suele desplegar lemas racistas y xenófobos y hacer uso de una potente pirotecnia.
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