No todos los días se cumplen 100 años. América, uno de los clubes grandes e históricos de nuestro país, se encuentra en plena celebración de su centenario, una fecha tan especial que no pasa desapercibida para sus detractores, aunque lo nieguen.
Los fundadores del club, jóvenes estudiantes animosos por formar un club de futbol, un deporte en pleno ascenso (1916), jamás habrían imaginado la dimensión que alcanzaría con el paso del tiempo el nombre de 'América' y la importancia que tomaría para el balompié nacional.
Guste o no, América es un indispensable en el futbol nacional así como para sus fervientes críticos, donde uno no podría vivir sin el otro. Así como para el resto de los equipos nacionales, ya sea equipo grande o no el enfrentar al cuadro amarillo representa poner 'algo más' que buen futbol.
La connotación de odio hacía el club genera dos polos radicalmente opuestos: el amor a la institución o el repudio a cada ente de su existencia, es por ello que nombramos algunas de las razones por las cuales América es y seguirá siendo el equipo más odiado y 'envidiado' de México.
América: el Rey de Copas
Si de por si América ya despertaba antipatía en el resto de los equipos de Primera División, la obtención de su título número 12 alimentó aún más ese sentimiento, y es que aunque puede debatirse la legitimidad de sus campeonatos lo cierto es que las estrellas lucen en su escudo, le pese a quien le pese, alzándose como el más ganador en la era profesional del futbol mexicano.
El dinero no es problema
Tras haber sido adquirido por lo que es hoy grupo Televisa en el año de 1959, el club dio un giro drástico pues apuntaba a ser un protagonista serio del futbol mexicano. El nombramiento de Guillermo Cañedo de la Bárcena, procedente de Zacatepec, al frente del equipo, a petición del comprador, Emilio Azcárraga Milmo, empezó a darle réditos al América pero aún sin materializar. La fusión entre la empresa y el equipo le ganó un apodo que bien se puede trasladar hasta hoy: "Los millonetas"
A la fecha, el mote bien podría continuar el legado de entonces. La historia reciente indica que si un jugador sobresale en cualquier otro equipo de la Liga MX y si América lo desea, las Águilas se hacen con sus servicios, demostrando un poder adquisitivo que no muchos pueden presumir, para formar una plantilla que imprima pavor a sus adversarios. El caso más reciente es el se Silvio Romero, procedente de Chiapas.
Los éxitos atraen adeptos
América es el equipo mexicano que más títulos ostenta, al menos desde el año 2000 se ha hecho con cuatro campeonatos de Liga, sin mencionar los reconocimientos internacionales. Cada logro viene acompañado de nuevos seguidores, principalmente jóvenes quienes por instinto natural se inclinarán al lado ganador, acrecentando el número de nuevos fanáticos azulcremas.
Lo anterior puede ser corroborado con las últimas encuestas de popularidad, cuyos resultados arrojan que el cuadro de Coapa supera a Chivas, situación que no parece nada descabellada al ver el balance de uno y otro equipo de los últimos torneos, donde los rojiblancos sufrieron por permanecer en el máximo circuito, mientras del otro lado las victorias caían por racimos.
Elementos de exportación
La llegada de Televisa a la administración del equipo delineó una tendencia, la cual mantiene hasta este primer siglo de vida: América es un comprador nato, en busca de los mejores futbolistas del extranjero y sin duda algunos de los mejores han vestido de amarillo. Esta realidad limita el crecimiento del jugador nacional, no obstante América ha debutado a buenos jugadores mexicanos que han sido dignos de salir de sus filas para probar suerte en otro nivel de futbol.
Elementos como Raúl Jiménez, Diego Reyes, Guillermo Ochoa, Cuauhtémoc Blanco o Miguel Layún (aunque éste surgió en Veracruz, pero identificado con la causa azulcrema) son algunos ejemplos de que América puede forjar material de exportación y no solo dedicarse a buscar talento del exterior.
El "Comando Águila"
Este es un pasaje oscuro en la historia del futbol mexicano. Con más lágrimas que sangre derramada en la cancha, la selección mexicana de futbol estuvo a punto de no asistir al Mundial de Brasil 2014, sin embargo esa situación se resolvió gracias a terceros, regalándole al Tri medio boleto para asistir la justa; el rival en el repechaje fue Nueva Zelanda.
Los altos mandos de la federación no podían darse el lujo de perderse la fiesta mundialista, hubiera sido una catástrofe comercial y económica, por ello echaron mano de un proyecto que estaba dando resultados. Entonces se le solicitó al Club América la cesión de su modelo de trabajo encabezado por Miguel Herrera, quien acoplado a su sistema llevó prácticamente a medio de su plantel a disputar la repesca.
Aquel equipo colaboró en buena medida para que México fuera al mundial, un suceso que los 'antis' se negaban a aceptar, pero que fue una realidad, y que provocó una desazón que sólo terminó con la eliminación del Tri de Brasil 2014.
Soberbia
Más que generar envidia, el sentir de orgullo por los colores son los originan la mayor aversión entre sus contrincantes. La afición americanista suele extremar sus comentarios, siempre resaltando cuán grande es el equipo de sus amores y no pierden la oportunidad de minimizar los logros de sus adversarios, una actitud ligada íntimamente al americanismo y que hace de él su esencia perdurable.
SGF