Seguramente el domingo muchos aficionados americanistas despertaron agitados, se levantaron de la cama con la esperanza de que alguien les dijera que no era cierto, que Chivas no los había goleado y exhibido en el Clásico Nacional, pero las noticias matinales y los encabezados de las páginas de internet, las burlas de Twitter y las primeras planas de los periódicos los volvieron a la realidad; continuaron el día machacados, heridos en su orgullo. El tormento no acababa ahí, lo ocurrido el sábado tendría más secuelas, porque la mofa en sus centros de trabajo o en la escuela continuaría.
Muchos americanistas aún se siguen preguntando qué pasó con su equipo, por qué las Águilas no comparecieron en el Azteca, por qué no defendieron el escudo, por qué no se rebelaron en la adversidad, por qué no dieron síntomas de estar vivos, por qué no tuvieron coraje para responder a cada golpe del Rebaño, por qué fungieron como sparring cuando en su código genético eso está prohibido, por qué su equipo no tuvo sangre, por qué no tuvo espíritu, por qué no fue capaz de impedir semejante bochorno... Y es que en todas las tarjetas salió vencedor el cuadro rojiblanco.
Es lo que tienen los clásicos, que tras 90 minutos te elevan al más grato de los paraísos o te mandan al más cruel de los infiernos. Una derrota es capaz de llevarte a pedir cita en el diván, porque no tienes las respuesta a los por qués.
Las horas posteriores a la derrota ante Chivas volvieron a encender el debate de si Ignacio Ambriz debe o no seguir en el cargo, el americanismo está molesto, pero todo indica que la directiva ratificaría hoy a Ambriz en su puesto, aunado a que la Fecha FIFA concede un margen para que el equipo logre enderezar el rumbo, más después de haber hablado de manera clara ayer por la mañana con el plantel.
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MOMENTO FUTBOLÍSTICO
La pausa que se ha hecho en el torneo permite que tanto directiva como cuerpo técnico replanteen situaciones al interior del equipo, hablar duro y directo con el grupo para llamarlos a recomponer la situación, que el equipo tome conciencia de lo que se está jugando y el cuerpo técnico encuentre la tecla para lograr una reacción inmediata que se traslade en un mejor juego, una identidad futbolística, pero sobre todo la obtención de resultados que lleven al equipo a los primeros lugares.
MERCADO DÉBIL
Los entrenadores que hay en el mercado mexicano no son garantía de éxito, amén de que algunos son fórmulas que no se han renovado. Pese a que muchos entrenadores levantarían la mano y aceptarían las condiciones que se les planteen, lo harían por el caché que le da a cualquier técnico sentarse en el banquillo azulcrema, pero deberá llegar, trabajar y organizar una plantilla que no confeccionó y a la que Nacho, bien que mal, ya sabe lo que le puede dar cada jugador.
PRESIÓN FUTBOLÍSTICA
El año del Centenario tiene implícita la exigencia de ganar el título de Liga. Ambriz sabe que es lo único que le daría credibilidad ante la afición azulcrema, lo ha repetido una y otra vez que esa es la única palomita que vale en su puesto. Lo tiene muy claro y si llega un nuevo entrenador podrá asumir ese compromiso, pero el margen para que lo pueda cumplir es más corto, sería empezar de cero nuevamente y los objetivos cambiarían radicalmente.
NO FUE EL ÚNICO CULPABLE
Lo del sábado fue una jornada negra para todo el equipo, Ambriz falló desde fuera, pero en el campo la plantilla tampoco reaccionó. No mostró su experiencia, porque en la cancha hubo jugadores que ya saben lo que es este partido, que lo han jugado en varias ocasiones y su rendimiento fue bastante bajo en todas las zonas de campo, tanto que hicieron ver a Chivas como un equipo de altísimo nivel y a jugadores novatos como auténticos cracks. En la cancha el equipo no dio un paso al frente.
PORCENTAJE A FAVOR
Más allá del calor por la derrota los números de Ambriz, hasta hoy son positivos. Nacho ha dirigido a América en 49 partidos de Liga, 41 de ellos en fase regular y 8 más de Liguilla. En los de fase regular que se pueden promediar por los puntos que otorgan, su porcentaje es de 20 ganados, 8 empates y 13 derrotas, para un promedio de efectividad del 55 por ciento. En dos torneos se ha quedado en semifinales. Posicionado actualmente en el quinto puesto a cinco puntos del líder y a dos del segundo lugar general.
Sea cesado
POR LAS FORMAS
Porque no fue capaz de hacer reaccionar al equipo cuando Chivas imponía su juego en el primer tiempo, no logró hacer que el equipo se reorganizara y quedó la sensación de que quedó a deber en el plano estratégico. No se atrevió a hacer modificaciones tras el segundo gol y se esperó hasta el segundo tiempo, pese a que su equipo fue superado desde el minuto 10. Los cambios que realizó tampoco agitaron al equipo. Nunca pudo corregir para que Chivas no hiciera daño en el espacio largo, le faltó variar y el equipo fue un ente vagabundo en el Clásico Nacional.
AFICIÓN HOSTIL
Si bien una directiva no puede dejarse llevar por las peticiones de la afición, es claro que Ambriz no ha logrado tener química con la parroquia azulcrema, que desde el primer día cuestionaron su llegada al banquillo americanista. A las demandas de la afición se suman los tropiezos que ha tenido en el Mundial de Clubes, el juego de ida de las semifinales del torneo anterior y la cuestión de las tarjetas que no ha logrado ser controlada por el entrenador. La derrota del sábado encendió la indignación de la tribuna que no confía para nada en él.
MOMENTO FUTBOLÍSTICO
Si bien la pausa por la Fecha FIFA te da el margen para corregir y recomponer la situación con Ambriz al mando, es lo mismo para ejecutar un cambio de timón. Se tendrían 11 días para que un nuevo entrenador pudiera empaparse del conocimiento de la plantilla y que empiece a impregnar sus ideas para llegar al estadio Azul a marcar un punto de partida para los objetivos que hay en este semestre, es el tiempo justo, para hacerlo porque después no habrá margen para modificar y hacerlo sería una apuesta de alto riesgo.
EL AZTECA NO PESA
América no ha logrado consolidarse en casa con Ambriz, no lo hizo en el curso pasado y en el presente tampoco ha podido afianzarse, los últimos resultados en el Coloso de Santa Úrsula no han sido positivos, lo que ha hecho que la afición salga desencajada y con un sentimiento de frustración, pues van al estadio para ver a su equipo imponerse y no pueden celebrar. Tigres, Morelia y Chivas se han llevado puntos del Azteca y eso no es bueno para las aspiraciones que se tienen en el torneo.