México logró recortar a cuatro una distancia de diez goles ante su similar de Chile, era su debut dentro del Panamericano de Handball que se desarrolla en Buenos Aires, Argentina. El equipo dirigido por Ángel Rojas contuvo a los andinos en varias series ofensivas y coquetearon con el empate; al final los sudamericanos se quedaron con el triunfo.
"Ataja Bruno Kleinert, una de las piezas importantes del conjunto azteca, lo dijimos desde el primer tiempo", dijo el narrador del encuentro tras una buena intervención del arquero mexicano en el cobro de un tiro penal.
Y es que, aunque el paso de México no ha sido el mejor en este certamen, la experiencia de competir ante las grandes potencias van dando forma a un equipo joven que busca foguearse con los mejores.
Ahí destaca la figura de Bruno Kleinert, joven de 23 años que, junto a Patrick Wiedekamp Y Sergio Vega, surgieron de la cantera del Colegio Alemán Alexander von Humboldt, formador histórico de talentos en el handball nacional, deporte poco común en el país y con falta de apoyo y proyección por parte de las autoridades.
"En mi familia hay una tradición del handball, mi papá lo jugaba desde hace mucho y él fue quien me animó en un principio a empezar a jugar", cuenta Bruno sobre su romance con este deporte a La Afición desde la concentración del Tri en Buenos Aires.
Kleinert disfruta de cada atajada como si fuera la última –"me deja una sensación impresionante"-, se ha ganado el respeto de la afición local y sus contrincantes, pero para llegar a la titularidad del representativo azteca tuvo que derramar varias gotas de sudor.
Durante su infancia, el arquero se recuerda como un niño gordito que le costó disciplinarse en la activación física e, incluso, generó dudas entre su círculo más cercano.
"A mí me gustaba muchísimo el futbol cuando estaba chico, pero mi papá me decía que no estaba hecho para eso, no eres muy rápido, no eres muy ágil y sí me desmotivaba bastante. Todo pasa por algo y ahorita estamos aquí, dándole", compartió.
Inspirado en Silvio Heinevetter, portero de la selección alemana, Bruno relata cómo fue desarrollándose hasta ser el atleta que hoy representa a México.
"Hace poco leí un artículo del portero de la selección de Alemania que también fue una revelación en la Eurocopa pasada, e igual decía que era un gordito en la primaria, un niño tímido que llego a ser el fenómeno que es ahorita".
"El deporte me ayudó muchísimo a empezar a desarrollarme y crecer este gusto y motivarme muchísimo, porque antes, cuando era niño, pues no tenía mucha motivación al deporte", admitió.
Hoy, consciente de la labor que ha realizado bajo los tres palos del Tri, el joven arquero recuerda con cariño esas épocas, mismas que lo impulsan a seguir forjando una carrera al interior de este deporte: "Me da mucha satisfacción este tipo de cosas, me gusta mucho recordar esos tiempos y me motiva mucho".
CALIDAD CERTIFICADA
Ángel Rojas es el entrenador de la selección y también entrena a los jóvenes del Colegio Alemán, ha sido el encargado de la formación de Bruno desde hace varios años y admite que el portero le ha dado una satisfacción inesperada.
"(Bruno) ha sido una revelación, porque tenemos un preparador físico y preparador de porteros cubano que al principio no apostaba por él", confesó el estratega.
Rojas señaló que, tras sus primeras actuaciones, Bruno ha levantado el interés al interior del Panamericano, por lo que espera que conduzca este buen paso para alcanzar mayores y mejores retos personales.
"Él está haciendo algo importante, aquí los ojos están puestos en él, la gente está preguntando por él, entonces creo que es algo muy importante para él y trascendente para su vida", puntualizó el director técnico.