En un clima distendido, con un menú de comida polaca típica durante el que confesó "que se puede vivir sin el mate", el papa Francisco almorzó hoy con 12 jóvenes que participan de la XXIX Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Cracovia y les prometió que el año que viene visitará Colombia.
"Bueno, a ver, quién habla español", rompió el hielo el Pontífice frente a los 12 jóvenes de los cinco continentes con los que almorzó en el Arzobispado de Cracovia y frente a los que habló de todo también en francés, italiano y hasta alemán.
"Se puede vivir sin el mate, sí, pero de vez en cuando acepto uno de un argentino que me ofrece", le dijo el Santo padre a Paula Mora Díaz, una colombiana de 32 años que, del otro lado de la mesa, quería saber cómo llevaba Francisco la falta de su infusión favorita.
Mientras comían los clásicos "Pierogi" polacos (unos ravioles hervidos de carne), los jóvenes le fueron preguntando sobre sus inquietudes pastorales y, también terrenales. "A Colombia voy a ir el año que viene", le prometió a Paula.
Del otro lado de la mesa, el costarricense Marco Bulgarelli también probó suerte, pero Francisco le dijo que su país deberá esperar: "Tengo que ir a Asia, a África, no voy a poder ir a Centroamérica el año que viene", sostuvo Francisco ratificando su promesa hecha tras los acuerdos de paz entre el gobierno de ese país y las FARC .
Con besos de algunos y apretón de manos de otros, a las 13 en punto (8 de la Argentina) se habían sentado a la mesa, los 12 jóvenes, la coordinadora polaca Dorotea Abdelmoula y el cardenal Stanislaw Dziwisz.
Mientras comían la sopa de verduras típicamente polaca, como comentó el brasileño-italiano José Pasternak, el Papa les reconocía "el estómago de hierro" que tiene. "Al final, comió todo", agregó el paulista de 32 años.
"¿Maradona o Pelé?"
Al joven brasileño, de hecho, fue el Papa el que le preguntó: "¿Es mejor Maradona o Pelé?". "Para mí, Messi", le dijo el joven y provocó la carcajada del Pontífice.
Fue mas de una hora de reunión durante la que el Papa les reveló que, a la hora de la confesión, elige contar primero "el pecado más feo, el que me da más vergüenza", relató la neozelandesa Fatima Leung-Wai.
Tras el postre y el café, luego de que varios de los jóvenes le entregaran pequeñas imágenes de la Virgen, llegó la sesión de selfies que "se tomó con mucha tranquilidad", recordó la colombiana.
Polonia, Ucrania ("un país muy cercano para mí", reconoció el Papa), Vietnam, Canadá, Zimbabwe fueron otros de los estados representados en el almuerzo que sirvió de antesala a la Vigilia que protagonizará el Pontífice esta noche para los miles de jóvenes que participan de la JMJ.
Agencia Télam