Antes a los veteranos de un equipo de fútbol había que comprarles el periódico, no hacerles bulla y cederles el control remoto por tiempo indefinido. Eso solía pasar en las concentraciones del siglo pasado y por lo menos en el primer lustro del actual. Quienes recién empezaban debían ser una especie de mandaderos en un colegio militar. Eso casi ya no existe. Y no tendría por qué seguir existiendo.
Pero lo cierto es que más allá de los abusos, reprobables desde luego, aquellos líderes tenían una influencia decisiva en el grupo. Contagiaban y corregían. Se involucraban. Eran una especie de padres putativos. Hoy cada quien tiene las narices en su celular.
Tité y Hans Flick, los entrenadores de las selecciones más ganadoras de la historia, han tomado una decisión que no ha dejado indiferente a nadie que esté pendiente del mundial. El brasileño Tité ha convocado a Dani Alves, el lateral derecho de los Pumas de México que en mayo de 2023 cumplirá 40 años. Mientras que Flick llevará a Qatar 2022 a Mario Gotze, el mediapunta que le dio a Alemania su cuarta Copa del Mundo en Brasil 2014. Gotze no juega por su selección desde hace cinco años. Exactamente desde el 14 de noviembre de 2017, cuando movió la pelota en los últimos veinticinco minutos en un empate ante Francia, en Colonia.
Los argentinos, que perdieron aquella final de 2014 con Messi en la cancha, han dejado su descontento al descubierto en las redes. Más de uno lo ha resumido en una frase: Gotze está destinado a jodernos la existencia. En el país de la samba, en tanto, una escena viral grafica lo que ha causado la inclusión del exlateral del Barcelona en Qatar 2022: un periodista brasileño cogiéndose la cabeza mientras escucha el nombre de Dani Alves en la lista final.
“Mi trayectoria me enseñó que no es solo jugar, sino crear una atmósfera, una energía única en el vestuario”, le dijo Dani Alves a Roberto Carlos, en una conversación de dos leyendas que han sabido desplegar su maestría con una raya blanca al costado. En conferencia de prensa, Tité defendió su convocatoria, mandando a volar a los opinólogos: “no estoy acá para complacer a la gente de Twitter. El criterio para elegir a Dani Alves fue el mismo que usé con todos: premiar la calidad técnica e individual, el aspecto físico y mental. Fue elegido de la misma forma que los otros”.
Brasil no gana un mundial desde Corea-Japón 2002. Veinte años de sequía para el país donde nació Pelé, Ronaldo y Ronaldinho es demasiado. Si en Suecia 58, Pelé estuvo acompañado de Bellini, Ronaldo tenía en Dunga a quien le cuidara las espaldas en Francia 98. Neymar llega a Qatar 2022 con 30 años, pero su inestabilidad emocional y su espíritu discotequero necesitan de Dani Alves, un fiestero reposado en la base cuatro. Tité, por su parte, urge de un portavoz, de alguien con galones que llegue hasta donde él no pueda.
Para el psicólogo deportivo, Julio Peche, lo que activa a un jugador y lo mantiene vigente es su energía. Y en el caso de Alves, que hasta la primera mitad del año alternó en el Barcelona de Xavi, sobra. “Existe una energía mecánica que es producto de la actividad psicomotriz que realiza el deportista. Pero hay una energía de la que muy poco se habla que es la energía psíquica. Esa permanece y lo mantiene competitivo. El futbolista se puede retirar mayor, siempre y cuando haya cuidado su cuerpo, pero sobre todo mientras conserve ese fuego interior”, sostiene.
Fuera de lo que ha dicho Tité, ¿para qué lo lleva? ¿Le quitará el puesto a Danilo de la Juventus, en el andarivel derecho, o más que todo se trata de que influya con su presencia? Con 48 títulos en sus vitrinas, Dani Alves es el futbolista más ganador de la historia. ¿Qué le falta? Una Copa del mundo. Es alguien que todavía tiene hambre. En la medida que transmita voracidad será más que el “abuelo” de una selección de estrellas.
Julio Peche, quien ha sido psicólogo de Alianza Lima, Sporting Cristal y clubes de vóley, considera que la labor de acompañamiento es fundamental en un deporte donde a los veinte años te exigen madurez. “Hoy se habla de los deportistas acompañantes. En Sporting Cristal se ha practicado eso con Carlos Lobatón, un referente del club. Son orientadores que se acercan a los más chicos para contarles sus experiencias y hablarles de la identidad de la institución. Un futbolista está obligado a tomar grandes decisiones no solo en la cancha, sino fuera y necesita un guía que no siempre está en casa”, explica.
Mario Gotze, el verdugo
La pesadilla de Argentina tiene 30 años, se le está cayendo el cabello, y juega en el Eintracht Frankfurt. La carrera de Mario Gotze tiene la estabilidad de un ascensor en caída libre. Ha sido figura del Bayern Múnich y el Borussia Dortmund, campeón del mundo, ha ofrecido goles de antología. Pero por otro lado ha sufrido serias lesiones, ha tenido problemas de metabolismo, y ha desaparecido del mapa en más de una ocasión.
En la última temporada ha disputado 22 partidos con un saldo de dos goles y tres asistencias. Un registro pobre o cuando menos media suela taco bajo. Pero aun así, Hans Flick lo ha incluido en la lista de viajeros a Qatar 2022. ¿Acaso los alemanes, las máquinas del fútbol, están apelando a la mística para levantar esta Copa?
Germán Carty, el ganador de la Copa Sudamericana y la Recopa con Cienciano, el delantero que se retiró a los 47 años y que continúa en plenitud física a los 54, resalta el papel de los referentes. “Su sola presencia fortalece un vestuario. Está bien, hace cinco años no juega por su selección. Es difícil que tenga un rendimiento óptimo. Pero, ¿cuánto pesa su imagen?”, cuestiona.
En la era en que los veteranos han perdido su lugar en el fútbol, Brasil y Alemania les han reservado un asiento en Qatar 2022.
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