Brasil cerró por lo alto la última ventana internacional antes del inicio del Mundial de Qatar, al propinarle una paliza 5-1 a Túnez en un amistoso disputado este martes en París.
La Seleção de Tite ratificó su favoritismo para ganar el hexacampeonato en Qatar al despachar a un blando Túnez, que jugó con diez hombres desde el minuto 42 debido a la expulsión del zaguero Dylan Bronn por una dura patada contra Neymar.
Raphinha en dos ocasiones (11, 40), Richarlison (19), 'Ney' (29, de penal) y Pedro (74) sentenciaron la goleada en el Parque de los Príncipes, donde las Águilas de Cartago descontaron a través de Montassar Talbi (18).
Brasil ahora contará los días para su estreno mundialista, el 24 de noviembre ante Serbia en el Grupo G, que completan Suiza y Camerún.
Túnez, en tanto, debutará dos días antes frente a Dinamarca en la apertura del Grupo D, integrado también por el campeón defensor Francia y Australia.
Arte de despachar
El deseo de acabar con la sequía de 20 años sin llevar la Copa del Mundo a casa parece haber tornado a los pentacampeones en insaciables: acumulan 15 juegos seguidos sin perder, con tres empates y doce victorias, siete de ellas consecutivas.
Los números son acompañados por un funcionamiento cada vez más sólido, que poco cambia si el mandamás mueve el once o el esquema táctico, y con una constante: goleadas en seis de los últimos siete partidos (26 tantos anotados, dos recibidos).
Túnez, que arrastraba una imbatibilidad de siete duelos, en los que tampoco recibió gol, conoció la furia brasileña muy temprano, en una muestra del amplio repertorio ofensivo del scratch.
Si en la goleada contra Ghana (3-0), el viernes en Le Havre, la clave fue la pelota quieta, en esta ocasión fueron los lanzamientos a espalda de los centrales tunecinos.
En el primer tanto, Thiago Silva sirvió un pase largo que Raphinha usó para bañar a Aymen Dahmen. En el segundo, el extremo del Barcelona repitió la fórmula para que Richarlison impactara, previo control con el pecho, por entre las piernas del arquero.
El tercer tanto del Pombo en los dos últimos juegos con la selección sedó al Túnez de Jalal Kadri, que había despertado al empatar un minuto antes con un cabezazo de Talbi en un centro de tiro libre.
El atacante del Tottenham lo celebró con rabia luego de que desde la grada le lanzaran un plátano, un acto racista repudiado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
"La CBF refuerza su posición de lucha contra el racismo y repudia cualquier manifestación prejuiciosa", señaló la institución.
Raphinha, la figura
Raphinha, la figura
Los sudamericanos, con su pronta reacción, dieron a entender que el juego era de ellos. Y si alguien tenía alguna duda, Neymar se encargó de acallarla al transformar en gol un penal, sancionado por un agarrón de Aissa Laidouni sobre Casemiro.
Además de protagonizar con el PSG el mejor arranque de temporada de los últimos años, Ney llegará a Qatar muy cerca de superar a Pelé como máximo artillero de la Canarinha: 77 contra 75 anotaciones.
La exhibición de la Seleção en el primer tiempo tuvo como protagonista al hombre de la noche, Raphinha, quien marcó su segundo doblete en un disparo que antes de entrar pegó en el palo izquierdo, tras una habilitación de Richarlison.
Con el triunfo garantizado, Tite movió las piezas para la segunda parte, dándole minutos a dos hombres muy pedidos: Vinicius Jr y Pedro, goleador de la Copa Libertadores con el Flamengo, quien marcó su primer gol como internacional en una media volea tras una jugada asociativa entre Antony y 'Vini'.
Kadri hizo lo propio, pero para evitar que la paliza fuera mayor. El esfuerzo contuvo a medias a la ofensiva de Brasil, satisfecha con su primer tiempo redondo y envalentonada con el hexa.
AGB