El "charrúa", que parece haber perdido el favor de su técnico, aprovechó un excelente pase del argentino Ángel di María para superar en el mano a mano a Thibaut Courtois y colocar con ventaja a los franceses, más dominadores en el campo.
El resultado supone, además, la primera derrota del Chelsea desde que el holandés Guus Hiddink sustituyó en el banquillo a José Mourinho.
Pero los ingleses ya saben lo que es remontar un resultado negativo contra el PSG en su estadio, algo que hicieron hace dos años en cuartos de final. El año pasado fueron los galos quienes en octavos consiguieron superar la eliminatoria.
Había en París ambiente de favoritismo, un rol que no suele aceptar fácilmente el conjunto de Laurent Blanc, bisoño en Europa, su horizonte preferido en una temporada en la que en su país no encuentran rival a su medida.
Quizá por ello salieron los franceses en tromba, directos a la portería de Courtois, con las líneas avanzadas, listos a dar el zarpazo definitivo a la eliminatoria ante un Chelsea que recupera el color pero que aun parece lejos de ser un grande.
El PSG arrinconó a los londinenses de la mano de un Lucas pletórico, rápido y preciso, peligroso para la defensa adversa, dispuesto a aprovechar los minutos que le deja Cavani.
El brasileño parece demostrar a sus 23 años la calidad que anunciaba hace tres su llegada a las riveras del Sena y que, hasta ahora, había destapado con racanería.
Pero el dominio territorial, el acoso, se estrelló contra la muralla montada por un Guus Hiddink que recupera poco a poco el norte del desorientado Chelsea.
Apenas dos disparos lejanos, de Verratti y Lucas, poco para el estado de sitio al que sometieron al rival.
Los ingleses tardaron 20 minutos en sacudirse la presión y comenzar a asomar en el área francesa. Pero cuando lo hicieron fue con contundencia, en una jugada que obligó a Trapp a sacar una portentosa mano para desviar un colocado y potente cabezazo de Diego Costa a pase de William.
Precisamente William comenzó a tomar el timón del duelo y equilibró la contienda, que abandonó la eléctrica fase del principio para dar paso a otra más calmada.
Solo Lucas parecía dar dinamismo al duelo y en una de sus internadas fue derribado en la medular del área. La falta, lanzada por Ibrahimovic, golpeó en el pie de Mikel en la barrera y acabó despistando a Courtois que solo pudo ver el balón entrar en su red.
La euforia se apoderó del Parque de los Príncipes, pero apenas duró 7 minutos. Cuando el crono había entrado ya en el descuento, un córner lanzado por William fue mal despejado por Ibra en el primer palo y llegó suelo para que Mikel fusilara a Trapp.
El PSG dio prueba de determinación, porque el tanto, apenas unos segundos antes de que se decretara el descanso, no les hizo perder fuerza y salieron de las duchas con la misma fuerza con la que lo habían hecho en el primer tiempo.
De nuevo acorralaron al Chelsea, que perdió la batalla del centro del campo, dominado por Verratti, muy eficiente pese a que volvía de una lesión, superior a Cesc, algo lento en sus movimientos.
Pero al igual que en el primer tiempo, fue cuando los ingleses habían logrado desactivar el acoso del PSG y Oscar, recién ingresado en el campo, había estado a punto de marcar, que llegó el tanto francés.
Una genialidad de Di María, con un pase magistral, habilitó a Cavani, mano a mano con Courtois, bien resuelto entre las piernas del meta belga pese a su poco ángulo, un tanto de matador que le redime con la grada, molesta con su actitud.
El Chelsea no tuvo espíritu de reacción y apenas inquietó la meta de Trapp. El resultado deja la eliminatoria viva para Stamford Bridge, que por tercer año consecutivo será escenario de la suerte Europea de estos dos equipos.
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