El Campeonato Mundial de la Fórmula E regresa a Sudamérica. Lo hará en 2023 como parte de la novena temporada (y ya con los nuevos autos Gen 3), y usando como escenario las calles de la ciudad de San Pablo, el mayor centro económico de Brasil, un viejo anhelo de los organizadores de la categoría de autos eléctricos.
El acuerdo, que será por cinco temporadas, se firmó en el reciente e-Prix de Mónaco entre los organizadores de la Fórmula E y la ciudad brasileña, y está pendiente a ser validado por la FIA.
“Estamos encantados de que el Campeonato Mundial ABB FIA Fórmula E se dirija a Brasil por primera vez”, dice Alberto Longo, cofundador y director de la Fórmula E. “El país tiene una pasión enorme y de larga data por el automovilismo, es un gran mercado al ser uno de los países más grandes del mundo, y San Pablo en sí es un lugar histórico para el deporte motor. Estamos ansiosos por darle la bienvenida a los fanáticos brasileños, son como ningún otro público. Seguramente habrá una atmósfera animada y única, mientras los fanáticos disfrutan de las competencias de la Fórmula E con el avance en tecnología y rendimiento que veremos con los Gen 3”.
Ricardo Nunes, alcalde de San Pablo, celebró el acuerdo: “Ser anfitrión de un E-Prix está completamente alineado con los objetivos de la ciudad: atraer eventos que promuevan la imagen de la ciudad en todo el mundo, mover la economía y crear empleos con el turismo, además de fomentar el desarrollo sostenible”.
El pasado de la Fórmula E en Sudamérica
San Pablo se convertirá en la cuarta sede sudamericana del evento. Tanto las ciudades de Buenos Aires (Argentina) como Punta del Este (Uruguay) y Santiago (Chile) albergaron tres carreras cada una. En suelo porteño, la categoría compitió entre 2015 y 2017, siempre en un circuito emplazado en Puerto Madero.