El libro de historias dignas de ser contadas en el mundo del fútbol es interminable. Alegres, tristes, de superación... las hay de infinidad de colores. Pero la de Jetro Willems, internacional con Holanda, desgarra especialmente. Imaginar a un niño de 9 años pasando droga duele. Que fuese él mismo quien se ofreciese a hacerlo porque esa era la única alternativa para que su familia saliese adelante muestra hasta qué punto llegan las necesidades.
El lateral izquierdo del Eintracht de Frankfurt visitó el programa Andy Niet te Vermeijde de Andy Van der Meyde, exjugador del Inter de Milán, entre otros, y abrió el baúl de sus recuerdos personales, publica diario AS de España.
“Al principio, mis padres intentaron llevárselo, pero no funcionó. Después, me sacrifiqué. Dije: Yo lo hago”. Así cuenta Willems cómo, siendo un niño, tuvo que hacer de mula para que la mercancía pasase desde Curaçao, país de origen de la familia de Jetro, a los Países Bajos, el de destino. Para narrar la historia, nuestro protagonista mira fijamente un cuadro que él mismo mandó a pintar. En él aparece un joven Jetro frente a una escalera con dos caminos. Uno a cada lado. El del bien y el del mal. De esa manera quiere representar y tener presentes las decisiones que hubo de tomar a una edad en la que decidir qué pedir para Navidad debería ser la mayor de las preocupaciones.
La pelota le salvó la vida
“Fue la luz para nosotros. Todo salió bien. Mis padres, por ejemplo, consiguieron un trabajo”, continúa explicando el futbolista de 26 años. El porte salió bien. ¿Por qué? Porque al ser un niño no le registraron en el aeropuerto. La droga pegada a las piernas le acompañó de principio a fin y, una vez completado el viaje, Jetro tenía claro que no quería nada a cambio. Simplemente un deseo ocupaba su mente, que no hubiera una próxima vez. “Den todo lo que me iban a dar a mí a mi hermana”, les dijo a sus padres, a quienes solamente les hizo una petición: “Solo quiero una pelota. Al final, esa pelota me salvó la vida”.
Y vaya si se la salvó. Willems se crio en Róterdam, en la cantera del Sparta, antes de dar el salto al PSV. En Eindhoven creció hasta llegar a ser internacional en 22 ocasiones. Una rotura del ligamento interno de la rodilla izquierda le impidió disputar el Mundial de 2014 y su salida de Holanda en dirección a Fráncfort le apartó definitivamente de la Oranje.
Aunque en el Eintracht ha tenido momentos brillantes, como la gran actuación en la Europa League 2018-19. La competición que puso a Luka Jovic bajo el foco de la élite. Estuvo cedido en el Newcastle y ahora se está recuperando de otro revés en forma de lesión, otra rotura, en esta ocasión del ligamento cruzado. Sin embargo, su mayor batalla la libró con 9 años. Y salió victorioso. La pelota lo salvó. (D)