El exdelantero Fernando Torres recuerda en el documental 'El último símbolo', estrenado este viernes por 'Prime Vídeo' de 'Amazon', su desencuentro con el técnico argentino Diego Simeone durante su segunda etapa en el Atlético de Madrid, del que expresó que no sabe "si fue algo personal, profesional o un poco de las dos" y explicó que "hubo un momento donde todo se desbordó".
"No sé si fue algo personal o profesional o un poco de las dos. Entiendo la complejidad que tiene que ser para el entrenador gestionar una llegada como la mía (...). De alguna manera hubo un momento donde todo se desbordó y creo que en su cabeza nunca fui el delantero titular", repasa el exfutbolista, que disputó 160 partidos a las órdenes de Simeone, 71 de titular, marcó 38 goles y dio once asistencias de enero de 2015 a junio de 2018, cuando salió del club.
"Uno puede llegar a aceptar la realidad de que quizá no está para jugar los 40 partidos de titular, pero nunca podría aceptar que no estaba para no estar ni siquiera entre los convocados", explica el atacante, que se quedó fuera de la citación por decisión técnica de Simeone en un encuentro de la campaña 2017-18 frente al Sevilla, aunque hubo trece ese mismo curso en los que no tuvo ningún minuto.
"El ídolo del club, obviamente, genera mucha expectativa, genera mucha atención en los medios de comunicación, pero nosotros los entrenadores tenemos que compensar lo que siempre necesita el equipo", expone Simeone en el documental, en el que Torres apunta: "Él piensa que lo que está haciendo es lo mejor para el equipo".
Y surgió el 'no' rotundo del técnico con el que contestó en una rueda de prensa cuando fue preguntado por si haría todo lo posible para la continuidad de Fernando Torres. Fue el 21 de febrero de 2018.
"El nivel competitivo actual del Atleti, la exigencia de nuestro entrenador, el carisma de Fernando, todo eso hacía que fuera muy incómodo para todo el mundo tener una persona tan carismática como Fernando y que no jugara permanentemente en el equipo. Eso podía al final dañar la relación entre Diego (Simeone) y él. Por eso los junté en mi casa y acordamos que lo mejor para las tres partes era volver a separarnos durante algún tiempo", dice Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid.
"La reunión no viene dada porque el club interpreta que no es bueno tenerme en el banquillo", matiza Fernando Torres. "Eso lo interpreto yo y soy el que valoro si esa es una buena situación para mí, si acepto ser el jugador o el ídolo que acaba sus últimos años en el banquillo, cada vez jugando menos, perdiéndose convocatorias y apagándose", añade el exdelantero del conjunto rojiblanco.
"Pero no es el club el que intenta suavizar ni ayudar en la transición. Ni mucho menos. Esa reunión viene dada por una rueda de prensa desafortunada de Simeone, donde por primera vez tiene una mala respuesta y se produce una situación incómoda para los aficionados. Es una reunión donde yo voy a escuchar, porque creo que lo que se me va a ofrecer es una disculpa o una explicación y no es así. Intercambiamos nuestras opiniones, también con Gil Marín y cada uno expresa su opinión y su punto de vista", abunda Torres.
Para Simeone, según relata en el documental, fue "una charla muy sincera". "Y cuando hay charlas sinceras tenemos la oportunidad de salir juntos y darnos un abrazo, porque él fue muy sincero de lo que pensaba de mí y yo fui mi sincero de lo que pensaba de él", apuntó el entrenador del Atlético.
"Simeone primero ha sido mi ídolo, luego ha sido mi compañero y luego ha sido mi entrenador y entiendo la incomodidad de esa relación desde su punto de vista", agrega Torres.
Entonces, el delantero, según Gil Marín, fue "el más generoso, porque entendió que si continuaba podía llegar a producirse una situación de crispación".
Más allá de ese desencuentro, Fernando Torres también habla en el documental de la final de la Liga de Campeones perdida contra el Real Madrid en el estadio de San Siro en la tanda de penaltis en 2016: "Quizá, si se hubiese ganado habría sido mi último partido. Conseguir la Champions con el Atlético que nadie lo había conseguido en el club, son cosas que se te pasan por la cabeza. Qué final hay mejor que ese".
El Atlético perdió. Fue subcampeón. "Lo único que sé y siento (en ese momento), es que el único sitio donde yo quiero estar es el Atlético. En la derrota es donde sentí esto de la manera más fuerte (...). Lo más importante era estar donde yo sentía que tenia que estar. Ya las condiciones importaban poco (Simeone y el club rebajaron en aquel 2016 el acuerdo para su renovación con el Atlético de dos años a uno). Tenía la responsabilidad con la gente". EFE
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