La Bundesliga alemana terminó este sábado con el campeón, el Bayern Múnich, ya decidido desde hace dos jornadas, lo mismo que el colista, el Paderborn, que ya había sentenciado anticipadamente su descenso directo.
El Bayern tuvo que pelear el título, el octavo consecutivo, y llegó a ocupar la séptima casilla en su peor momento de la temporada. El Paderborn en ningún momento dio la sensación de que tuviera salvarse.
En todo caso, ni el descenso del Paderborn ni el título del Bayern puede considerarse sorpresas. El objetivo del primero era pelear por la permanencia y perdió el pulso. La meta del Bayern era el título y lo consiguió.
Otros equipos, en cambio, han estado en batallas que al principio de temporada consideraban las suyas y que se vieron por fuera de las luchas que se creían destinados a librar.
Tal es el caso por ejemplo del Eintracht Fráncfort, que terminó la temporada en mitad de tabla sin pena ni gloria y cuyo objetivo era clasificarse a la competiciones europeas.
El Werder Bremen, aunque con un final de momento feliz pues se ha librado del descenso directo, ofrece un panorama si se quiere más dramático, pues su meta eran las competiciones europeas y terminó luchando por la permanencia.
El caso opuesto al del Bremen puede ser el del Friburgo, equipo hecho para pelear por la salvación, que aseguró pronto, y que llegó coquetear con la posibilidad de clasificarse a la Liga Europa, sin que le duela demasiado no haberlo conseguido.
Lo que para el Friburgo hubiera sido triunfo ha sido un fracaso para el Bayer Leverkusen, que se vio desplazado en las últimas dos jornadas por el Borussia Mönchengladbach de las casillas de la Liga de Campeones y se ha tenido que conformar con la Liga Europa.
Mientras tanto, la temporada del Borussia Dortmund, el RB Leipzig y el Gladbach tiene un sabor agridulce. La clasificación a la Liga de Campeones era la meta mínima de la temporada para los tres pero en una campaña en la que el Bayern llegó a flaquear la sensación de que algo más hubiera sido posible es inevitable.
El Leipzig terminó la primera vuelta como líder y no pudo mantener el pulso en la segunda. El Dortmund no logró imponerse al Bayern en los enfrentamientos directos, lo que determinó casi la mitad de los 13 puntos de diferencia que hubo al final entre los dos equipos.
Para los tres estar excesivamente satisfechos puede ser una trampa de cara al futuro a menos que estén dispuestos a resignarse a que de momento el Bayern es invencible en condiciones normales.
El Hoffenheim y el Wolfsburgo, clasificados a la Liga Europa, a largo plazo piensan en más pero no como meta mínima sino como posibilidad de consagración.
Por debajo están los que se creen destinados a más, sobre todo el Schalke, que ha firmado una segunda temporada consecutiva absolutamente decepcionante.
También hay algunos como el Maguncia, el Union Berlín o el Augsburgo que han celebrado la permanencia como si fuera un título. El Friburgo normalmente también lo hace, pero esta vez la temporada fue demasiado buena.
El Hertha Berlín es un equipo que nadie sabe muy bien a que apunta: si a evitar el descenso o a las plazas europeas. Mirar la clasificación tampoco ayuda mucho, el equipo berlinés está, como tantas veces, en tierra de nadie.