Como viene sucediendo desde que el club cayó en manos cataríes, el PSG ha superado la fase de grupos. En esta ocasión lo hizo de forma imperial, con pleno de victorias en las 4 primeras jornadas, 11 goles a favor y sin que Keylor Navas haya visto perforada su meta. Los franceses tienen, además, casi asegurado el primer puesto del grupo.
La derrota obliga a los hombres de Philippe Clément a ganar los dos partidos que restan y que el Real Madrid no gane al PSG en el Bernabéu para seguir en la máxima competición europea.
La victoria vino bien a un PSG obligado a espantar fantasmas tras haber sumado el pasado viernes la tercera derrota en su campeonato frente al colista Dijon.
Más que por las consecuencias de haber caído en liga, la derrota preocupó por la imagen de desidia que dejaron los parisienses, lo que obligó a Thomas Tuchel a dar un toque de atención.
El PSG no hizo un partido brillante contra el Brujas, pero su imagen mejoró y, sobre todo, demostró que puede contar con sus estrellas y con un gran Navas, a la espera de que se recupere Neymar, que presenció el partido desde la grada.
Sin una avalancha de fútbol, el equipo francés dominó el duelo y tuvo paciencia para esperar a que apareciera la calidad de sus futbolistas y para que Icardi demostrara su eficacia.
El jugador cedido por el Inter de Milán apenas intervino en el juego, pero está dotado de un gran olfato de gol, además de combinar a la perfección con su compatriota Ángel di María, motor del juego ofensivo de su equipo.
Un instinto goleador especialmente importante en un partido en el que el Mbappé, la otra gran estrella del equipo, no estuvo inspirado.
En sus diez primeros partidos en la Liga de Campeones, Icardi ha conseguido ocho dianas, a una de jugadores como Simone Inzaghi, Harry Kane y Sadio Mané, que marcaron nueve en ese mismo número de duelos, los más rápidos de la historia.
El de Rosario se asienta en el equipo, en detrimento del uruguayo Edinson Cavani, máximo goleador histórico del PSG, que paga el lastre de sus lesiones y que saltó al terreno a los 72 minutos de juego, para comprobar con la ovación de la grada que sigue teniendo un lugar privilegiado en el corazón de los aficionados.
El Brujas, por su parte, no se amilanó en el Parque de los Príncipes, pero dejó patente que le falta la eficacia en las áreas que precisan estas competiciones tan exigentes.
Cuando logró superar la defensa francesa, el atacante Dennis se encontró con un inspirado Navas, que protagonizó un puñado de buenas acciones, en el 28 y, en dos tiempos, en el 50.
Pero sobre todo en el 76, después de que Thiago Silva derribara en el área a Diagne, que había salido al campo superada la hora de juego. El penalti lo lanzó el propio senegalés y lo detuvo con destreza el exportero del Real Madrid para evitar el empate y garantizar la clasificación parisiense.