Lejos de Old Trafford, los muchachos de Ole Gunnar Solskjaer sucumbieron ante el Bournemouth (1-0), en un encuentro marcado por el golazo de King y la inoperancia en ataques del United.
Al borde del descanso, el delantero noruego amortiguó con el pecho un balón dentro del área. De espaldas al marco controló, elevó el esférico para tirarle un sombrerito a Aaron Wan-Bissaka y fusiló a David de Gea, que no podía hacer nada.
El partido, que debía hacer servido al United como una aproximación a los puestos europeos, se les convirtió en una pesadilla. Los 'Diablos Rojos' sufrieron muchísimo para abrir la defensa de los 'Cherries' y De Gea tuvo que actuar en la segunda parte para evitar que la renta de los locales fuera aún mayor.
La mejor para el United la tuvo el joven Mason Greenwood, quien tras ingresar al campo a falta de diez minutos, estrelló un balón en la madera.
Ni el impulso de venir con tres victorias consecutivas, incluyendo la clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga en Stamford Bridge, sirvió para que el United sacara algo positivo del Vitality Stadium y los del norte de Inglaterra, tras su mejor racha de la temporada, vuelven a las andadas.
Una derrota que supone que los de Solskjaer se quedan momentáneamente octavos, con trece puntos, a siete de los puestos de Liga de Campeones, mientras que el Bournemouth de Eddie Howe es sexto, con los mismos puntos que el Arsenal, dieciséis.