Arsenal y Liverpool deleitaron al mundo del fútbol con una oda al juego de ataque y un partido lleno de polémicas, remontadas, emoción y goles en el último minuto que terminó en penaltis con victoria del Liverpool (6-5), certificando su pase a los cuartos de la Copa de la Liga.
Un encuentro que ya de antemano deparaba emoción pese a las ausencias destacadas en ambos bandos, especialmente en el Liverpool. Los de Jürgen Klopp sacaron un equipo plagado de suplentes, sin ninguna de sus estrellas. Ni Mohamed Salah, ni Virgil van Dijk, ni Sadio Mané, ni Roberto Firmino salieron de inicio y el Liverpool lo notó.
No de primeras, puesto que se adelantaron en el marcador gracias a un tanto en propia puerta del desafortunado Mustafi a los cinco minutos. El tanto del alemán presagiaba otra noche de pesadilla para el Arsenal, que sin embargo se repuso antes del descanso con tres goles.
El primero de ellos el más polémico. En una jugada iniciada por Mesut Özil, que volvió a jugar más de un mes después, una serie de rechaces y un último despeje de Caoimhin Kelleher dejó la pelota a placer al uruguayo Torreira para que la empujase en posición antirreglamentaria.
La ausencia de VAR impidió que la acción se revisase y el Arsenal volvió al partido para que el que lo rompiera de verdad fuera la estrella incipiente Martinelli. El brasileño, que ya había logrado esta temporada un doblete, se reafirmó con otro antes del descanso.
Recogió una bola suelta dentro del área para poner el 1-2 y definió un centro lateral para el 1-3.
Pero cuando todo sonreía al Arsenal, un penalti por una caída del jovencísimo Harvey Elliott, debutante más precoz en la historia de la Premier, lo transformó James Milner, evitando que el Liverpool se fuera muerto a los vestuarios.
El propio Milner se empeñó en enterrar más a los suyos y una horrorosa cesión hacia Kelleher que terminó con el robo de Maitland-Niles y el tanto del inglés.
El 2-4 no desanimó al Liverpool, que se abonó a la épica. Un golazo de Alex Oxlade-Chamberlain de volea hizo rugir a Anfield que recurrió al héroe del año pasado para empatar el encuentro.
Divock Origi marcó una preciosidad dándose la vuelta al primer toque y encañonando a Emiliano Martínez. Anfield estalló, pero el fútbol se reservaba un jarro de agua fría para las almas de Liverpool.
Un 4-5, por medio de Joe Willock que abortaba momentáneamente otra remontada del Liverpool y que regresaba a los 'Gunners' a la noche de un 30 de octubre de 2012, cuando le hicieron 7 al Reading. Un 4-5 que daba el penúltimo giro al partido, quizás uno de los mejores del año en Inglaterra o al menos, de los más emocionantes. Faltaba la nota final, que volvería a poner Origi con una especie de chilena pasado ya el minuto 93, mandando el encuentro a los penales.
En la tanda, ambos equipos marcaron sus tres primeros lanzamientos hasta que Dani Ceballos erró el primero. Origi y Curtis Jones marcaron los suyos y esta maravilla llamada fútbol terminó.
Cargado de tensión, polémicas y goles, el Liverpool selló su pase a los cuartos de final y el Arsenal cede una de las copas a las primeras de cambio, discutiendo aún más la posición de Unai Emery.