A las 18:00 horas de ayer, el Girondins de Burdeos confirmaba a través de sus canales oficiales que había alcanzado con la AS Roma el acuerdo que permitiría el desembarco del brasileño Malcom en el combinado italiano. Sin embargo, apenas unas horas después, la prensa certificaba que el futbolista no se había desplazado a la capital romana para pasar el pertinente reconocimiento médico y estampar su firma en el nuevo contrato.
Detrás de este repentino cambio de planes del canarinho, por el que los giallorossi iban a pagar unos 35 M€, se encuentra el FC Barcelona. Según cuentan tanto Mundo Deportivo como Sport, los azulgranas hicieron una llamada de última hora al jugador y su entorno en la que les explicaron que estaban dispuestos a acometer su fichaje y que, para ello, necesitaban que no se comprometiese definitivamente con la entidad italiana.
Esta repentina entrada en escena del combinado culé responde a las enormes complicaciones que entraña la contratación del anhelado Willian. El Chelsea ha repelido ya tres ofertas por el atacante y ha situado su precio en nada menos que 80 M€, una cantidad que el Barça no está dispuesto a pagar por un jugador que va camino de la treintena.
Además de por ser más joven (tiene 21 años) y barato, Malcom resulta interesante para el equipo catalán por su versatilidad (puede moverse por ambos extremos o como mediapunta), habilidad con el balón en los pies y excelente golpeo de balón, cualidades que le han permitido acumular nada menos que 23 goles y 16 asistencias en los 93 partidos oficiales que ha disputado con el cuadro de Burdeos.