ANÁLISIS
No le sienta nada bien el Barcelona a Yerry Mina, que cuando fue presentado en el club azulgrana el pasado 11 de enero era titular en la zaga de la selección colombiana y uno de los defensas más prometedores de Latinoamérica. Pero en el Barcelona apenas jugó un puñado de partidos en la segunda mitad de la temporada sin llegar a debutar todavía en la Champions League y hasta ha acabado por perder su sitio en el once inicial de la selección, que en su debut mundialista frente a Japón formó con Óscar Murillo junto al intocable Davinson Sánchez.
Ya en el amistoso previo al Mundial frente a Egipto José Pekerman les dio un tiempo a cada uno, Yerry y Murillo, para acabar decantándose por el segundo frente a Japón. Y eso que en los dos amistosos de marzo Mina fue titular tanto en la victoria ante Francia como en el empate sin goles ante Australia, aunque en este partido fue sustituido en el segundo tiempo por Murillo. Cabe recordar que durante casi todo el final de la fase previa estuvo lesionado y Pekerman probó con el propio Murillo y también con Cristian Zapata. Y a pesar de que el seleccionador mantuvo la titularidad de Mina tras superar su lesión ha acabado quitándosela por falta de actividad en el Barcelona.
No es para menos. En los cinco meses y una semana que han pasado desde que fue presentado en el Camp Nou ha disputado 377 minutos con el club azulgrana, lo que supone un raquítico 16% del total de minutos en los que ha podido jugar. Siempre ha sido la última opción de Ernesto Valverde. Por cuestión de galones -Thomas Vermaelen estaba antes que él- y por cuestión de preparación -Mina llegó con la temporada empezada- no ha tenido opciones de jugar hasta que no ha habido lesiones o el título ha estado asegurado.
Pekerman insiste en que "cuento con él" pero apunta que "sean los minutos que sean que vaya a disputar", dejando bien claro que ya no es un indiscutible de su equipo. De todas formas la derrota por 2 a 1 ante Japón puede obligar al entrenador a realizar cambios y Mina sigue siendo un futbolista con mucho que decir tanto en lo defensivo como en lo ofensivo, pues no hay que olvidar el doblete de hace exactamente un año ante Camerún. Tras ello ha tenido que superar una lesión importante y una presencia testimonial en el Barcelona y, a la espera de tener que salir este mismo verano en caso de que el club acabe contratando a Clément Lenglet, puede ser un buen momento para recuperar lo que un día fue suyo.