Aquel portero argentino llamado Sergio Goycochea (Lima, provincia de Buenos Aires, 1963), famoso por atajar los penaltis que llevaron a la celeste y blanca a la final del Mundial de Italia 90, es hoy un periodista deportivo. Y tanto en su antiguo oficio como en el actual, supo como matizar la realidad. Aquel equipo que, aún repleto de problemas, eliminó a Brasil e Italia se convirtió en un mito en Argentina, tanto que muchos olvidan la final perdida ante Alemania y consagran a la escuadra comandada por el último Maradona como campeón moral.
Pregunta: Lo llevo a la noche del 17 de junio de 1990. Al otro día debuta como titular en la selección argentina ante Rumania, ¿Pudo dormir?
Respuesta: Sí, aunque estuve más nervioso que cuando me tocó entrar por la lesión de Pumpido (N. de R.: a los 11 minutos de iniciado el partido ante Rusia), porque tuve tiempo para pensar. Como cuando te corre un león y te preguntás si me quedo parado o corro. Con Rumania me enteré de que estaba empezando a jugar el Mundial.
P: ¿Cuál fue la tanda de penaltis que mas nervios le generó?
R: Tenía más nervios con Yugoslavia que con Italia, porque ese era el famoso quinto partido que te deja entre los cuatro mejores o con la nada misma. Ademas, cuando erran Maradona y Troglio estábamos abajo y más cerca de estar afuera. Con Italia, si bien era semifinal, estábamos empatados, luego tomamos ventaja y terminamos ganando. En las tandas de penales trataba de enfocarme en que nadie me iba a insultar si no atajaba ningún penal, porque nadie putea a un arquero que no ataja penales. Entonces, eso me daba tranquilidad para tratar de estar lo más astuto posible para estudiar al jugador y al contexto.
P: ¿Se considera un hombre afortunado?
R: Si, pero no en los penales. Cada vez que me tocó definir fue por hacer un análisis del contexto y las cualidades del jugador. No estoy de acuerdo cuando se dice la ruleta rusa de los penales, porque lo único que hacen es poner en igualdad de condiciones a los dos equipos nuevamente. Después de los penales de Yugoslavia vino uno que me dijo ‘tienes una táctica en la que los primeros tres penales te tiras para la derecha y el cuarto y quinto para la izquierda’. Y la verdad es que no. Me fijé en que posición jugaba y si tenía largo o corto recorrido con la pierna.
P: ¿Y qué fue lo primero que pensó al atajarlos?
R: Ese momento se vive en el sentido mas lúdico del fútbol. Uno quiere ganar para jugar la final y nada más. Exploté cuando atajé el último penal pensando en abrazarme con mis compañeros. Después sí vienen la familia, el momento que pasaste y también el hecho de que vas a jugar una final del mundo.
P: Vamos a EEUU 94. ¿Cómo impactó el dopaje de Maradona?
R: Fue un golpe muy duro en lo futbolístico, porque Diego estaba muy bien y el equipo armado en torno a él. Fue todo muy rápido y no hubo tiempo para especulaciones. Nosotros viajamos a Dallas a jugar el tercer partido con Bulgaria, se supo lo del doping y a la otra mañana ya estaba la decisión tomada de retirarlo de la competencia.
P: ¿A la selección de Sampaoli el afecta el exitismo?
R: Sí. Pero cuando estás en actividad pasa eso, es el continuo mandar del resultado. Héroe o villano en un paso, la nada misma o ser Superman por una jugada más o una jugada menos. Uno se tiene que preparar para eso. Creo que hoy, con la gran cantidad de medios que hay y la repercusión en las redes sociales, ser un gran profesional es saber manejar esas circunstancias de las que uno no está ajeno. La parte anímica de cualquier deportista de alta competencia es fundamental, porque eso puede repercutir en tu rendimiento. No sé hasta donde puede eso afectar a los muchachos. Hay que estar muy adentro del grupo para conocer íntimamente a cada uno.
P: ¿Como ve al grupo?
R: Descanso en la tranquilidad de que Argentina tiene buenos jugadores. No ha terminado la eliminatoria como equipo conformado como para tener tranquilidad, pero es cierto que el Mundial es una isla. El campeonato es apasionante, pero tan corto que los mejores a veces no terminan siendo campeones. Son siete partidos de los cuales cuatro se juegan mano a mano, no tenés que demostrar en 20 partidos sino esa tarde, como en las grandes peleas.
P: En Argentina se habla mucho de Franco Armani, portero de River, para viajar al Mundial, ¿Qué le parece?
R: No me gusta opinar sobre eso, lo tengo como condición. Me atrevo a hablar de Armani sólo porque habló con Sampaoli, sino no diría nada. Argentina podría convocar a 60 o 70 jugadores, entonces uno tiene que analizar a los que sí convocan. Me parece que a Romero se lo discute más por lo que no juega en su club que por lo que hace en la selección argentina, porque ahí no ha fallado. Desde 2009 para acá es el que jugó el 90% de los partidos de Argentina. De todas formas, es evidente que el entrenador tiene dudas porque sino ni se hubiese sentado a charlar con Armani.
P: Por qué cree que a ustedes los recibieron muy bien en el 90 y a estos jugadores les criticaron luego de Brasil 2014?
R: Ese es un análisis más profundo, porque con lo exitistas que somos los argentinos fue raro lo que pasó en el 90. [Carlos] Bilardo mismo decía que salir segundos no existe y hasta ahora hay gente que, confundida, me dice gracias por sacarnos campeón.
Fuente: elpais.com