Ivan Rakitic fue muy feliz en Sevilla, allí ganó su primer título europeo, la UEFA Europa League como capitán, y se despidió entre lágrimas para triunfar en el Barcelona. En la ciudad conoció a su mujer Raquel, cuya familia es seguidora del conjunto andaluz y todo crea un cóctel emotivo para el 4.
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Ahora, el croata tiene que reencontrarse con el club de Nervión en la final de la Copa del Rey de este sábado y reconoce que llevaría mejor una hipotética derrota sabiendo que el título lo ganaría su antiguo club: "Será muy especial, he hablado con mucha gente del club y ya he dicho que me siento sevillista y sevillano y mucho más, si no ganamos nosotros ojalá la ganen ellos, ya les he dicho que tendrán más ocasiones de ganarla, es impresionante ver cómo está creciendo el club a pesar de que hoy el número uno es el Barcelona, allí viviré con mi familia cuando me retire".
La final no será un partido más para Rakitic, que ha acelerado su recuperación para estar listo para jugar: "Quiero jugar siempre y se lo dije al médico, si hubiera tenido que estar más tiempo de baja no me habría operado, será un partido bonito en el que quiero estar y disfrutar para ayudar a mis compañeros. El bajar el ritmo puede haberme venido bien para relajar la cabeza pero quiero ir a por más, hubiera querido ayudar a mis compañeros en el campo porque no veo bien los partidos desde casa".
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"Prefiero que sean otros que opinen de mí, agradezco la confianza del míster y espero que todos en el Barcelona vean el esfuerzo que hago, quiero darlo todo y sinceramente quiero estar siempre, cada minuto en cada entrenamiento, cada comida juntos... no quiero fallar nunca. El otro día le dije a mi mujer que a los treinta años me encuentro mejor que nunca", añade sobre su gran año a las órdenes de Valverde.
A estas alturas y tras varios enfrentamientos contra el Sevilla, nadie duda de la profesionalidad de Rakitic y de que lo dará todo para ganar con el Barcelona pero no descarta esbozar una sonrisa agridulce si no consigue levantar el trofeo.