El Arsenal se clasificó este jueves con apuros para las semifinales de la Liga Europa al empatar ante el CSKA Moscú (2-2) en un partido en el que el equipo inglés dio una mala imagen, especialmente en defensa.
Espoleado por la remontada del Roma ante el Barcelona, los rusos marcaron dos goles y estuvieron a punto de obrar el milagro, pero les faltó gas en la segunda parte, lo que fue aprovechado por el Arsenal para empatar en el último cuarto de hora.
El equipo inglés, gran favorito junto al Atlético de Madrid a alzarse con el título, lo pasó muy mal, especialmente su técnico, Arsene Wenger, que no quiere despedirse tras 22 años en el banquillo sin una final europea.
Sin el armenio Mkhitaryan, que se lesionó en la ida y podría perderse lo que queda de temporada, Welbeck volvió a salir de inicio en la delantera por detrás de Lacazette, lo que fue todo un acierto.
Pese al 4-1 de la ida, el Arsenal no salió a defender e intentó ahuyentar cualquier atisbo de remontada, mientras los rusos lo intentaron con transiciones rápidas.
El Arsenal le dio el balón a Özil, pero el alemán apenas encontró huecos en la fornida defensa rusa, que vigiló muy bien a los laterales españoles Bellerín y Monreal.
Mientras, los locales lo intentaban por medio de la nueva estrella del fútbol ruso, Golovin, que marcó un golazo de falta en la ida en el estadio Emirates.
Apenas hubo una sola ocasión de los ingleses digna de destacar en la primera parte, con la excepción de un contraataque de Welbeck y un remate de cabeza de Monreal tras un saque a balón parado.
Wenger, con razón, se desgañitaba en la banda, ya que los rusos aprovecharon su primera oportunidad para inaugurar el marcador (min. 39).
No podía ser otro que Golovin, quien centró desde la izquierda, Nababkin le ganó en el salto a Monreal, Cech despejó con muchas dificultades el remate y Chálov aprovechó el rechace para marcar.
El croata Bistrovich pudo marcar el segundo un par de minutos después, pero su disparo desde fuera del área se marchó desviado por poco.
El Arsenal, que apenas dio una a derechas en los primeros 45 minutos, acabó la primera parte desarbolado y pidiendo la hora.
Las cosas no cambiaron tras la reanudación y la bíblica fragilidad defensiva del equipo dirigido por Wenger volvió a quedar en evidencia.
Un disparo desde fuera del área del omnipresente Golovin fue mal despejado por Cech, que dejó el balón muerto, rechace que fue remachado al fondo de las mallas por un escorado Nababkin (min.50).
En ese momento, el Arsenal estaba grogui y los rusos tenían casi toda la segunda parte para marcar un tercer gol y consumar una remontada histórica.
El Arsenal pareció ver las orejas al lobo y decidió dormir el partido, mientras a los rusos parecieron empezar a faltarle las energías y las ideas.
La leyenda del CSKA, Ignashévich, de 38 años, tuvo en sus botas el tercer gol con un disparo durísimo que pasó lamiendo el poste izquierdo defendido por Cech.
Entonces, Welbeck, el mejor jugador de los ingleses, se inventó una pared con el egipcio Elneny que le dejó solo ante Akinféev, al que batió magistralmente (min.79).
El gol fue un revés insuperable para el equipo del Ejército ruso, que se alzó con la UEFA en 2005, pero que desde entonces no ha podido reverdecer viejos laureles.
Otra jugada en la que intervino Elneny acabó con un buen pase interior para Ramsey, que superó al guardameta local en su salida con un toque sutil (min.92).
La derrota quebró una racha de seis victorias consecutivas de los londinenses en la Liga Europa, pero no les impidió meterse en las semifinales, en las que les espera el Atlético de Madrid, el Marsella y el Salzburgo.