El Real Madrid hizo los deberes y pese a las ausencias de futbolistas capitales se impuso con comodidad a Las Palmas (0-3), antes de encarar el próximo martes en Turín la ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Juventus.
El conjunto blanco aprobó el examen y dejó encarrilada su victoria ya al descanso, con goles de Bale y Benzemá (de penalti), en el partido 400 del francés con el Real Madrid, un triunfo que aseguró nada más volver del descanso el propio Bale, también desde los once metros.
Ante el inminente choque con la Juve, Zidane se dejó en Madrid a Cristiano Ronaldo, Ramos, Marcelo, Kroos e Isco, además del sancionado Carvajal, pero no quiso correr riesgos y puso al resto de habituales titulares en un once inicial reconocible, en particular de centro del campo hacia adelante.
En la defensa, prefirió a Jesús Vallejo como central y situó a Nacho Fernández en el lateral diestro, antes que la opción de Achraf para suplir la ausencia de Carvajal en ese flanco. Después, por la lesión de Nacho en su pierna izquierda, tuvo que cambiar los planes iniciales antes del primer tercio de partido.
Por su parte, Las Palmas, aún más presionada en su lucha por salvar la categoría tras conocer el empate obtenido solo unas horas antes por el Levante, se mostró como un equipo atrevido, tomó riesgos con presión alta y una zaga adelantada.