Biglia se la da a Lo Celso diez veces. El zurdo de PSG le otorga cinco pelotas. Paredes se asocia con el mediocampista de Lazio en diez oportunidades. Lanzini lo busca aún más: 11 veces. Biglia, por su parte, le da once pases al del Zenit y nueve al de West Ham. Biglia-Paredes-Lo Celso-Lanzini. Son cuatro mediocampistas con características más o menos similares que terminan de transmitir una idea: jugar cerca, mover mucho la posesión, asociarse con los de adentro y apoyarse en los centrales si no hay opción o descargar hacia afuera si no se resiste la presión.
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Más allá de los resultados, los rendimientos y la eterna discusión por la lista de convocados al Mundial Rusia 2018, hay un antes y un después en la gira de la Selección argentina en Europa. Luego de varias pruebas y alternativas a lo largo de la recta final de las Eliminatorias sudamericanas y los amistosos contra Rusia y Nigeria, en noviembre del 2017, Jorge Sampaoli terminó de definir su identidad (al menos en este período).
En el último amistoso antes de esta gira, ante Nigeria, Sampaoli probó por última vez la idea de los laterales-volantes: por la izquierda estuvo Di María. Por la derecha, Pavón. En el medio, tres: Enzo Pérez, Banega y Lo Celso. Adelante de esa línea, Messi e Higuaín. El problema fue que los que iban por afuera terminaban quedando demasiado lejos. Entonces, a los 'internos' sólo les quedaban dos opciones: meter un bochazo hacia la banda o tocar en lo corto sin demasiada capacidad de avance. En ese partido, que la Selección argentina perdió 4 a 2, el equipo de Sampaoli dio 618 pases, con una precisión de 90,6%.
Así fue la posesión media en este encuentro:Ante Italia, la Selección argentina dio la segunda mayor cantidad de toques en la era Sampaoli, con 670 (sólo superado por el encuentro ante Rusia, con 757). Los registros del último partido quedan muy lejos de los de las Eliminatorias: Perú (594), Ecuador (329) y Venezuela (585). Contra Uruguay, dio 707.
Más allá de los números, el mayor cambio tuvo que ver con la cercanía entre los jugadores. Si se mira la posición media del encuentro ante Argentina, la tendencia es obvia: los argentinos hasta se superponen unos con otros. Mucha gente en el centro y en el mediocampo. Sólo Di María figura algo más alejado del circuito.
Es la apuesta final de Jorge Sampaoli: jugadores cerca, defensa de la posesión y espacios más bien cortos.