La renovación de Casillas es un clamor en Oporto. El abrazo del entrenador del Liverpool y la ovación de su público al término del partido de la Champions (0-0), han dejado huella en los aficionados del Oporto, que no quieren dejar ir a un símbolo mundial de la historia del fútbol. Por Internet ya circula la campaña con el #RenovaCasillas.
Iker Casillas salió de Anfield con la portería a cero, y con el récord de 171 partidos de Champions disputados, 59 de ellos imbatido; pero con el sabor agridulce de que tal vez había sido su última cita con la máxima competición europea de clubes.
Su contrato con el Oporto acaba en junio; antes de eso el club había intentado que se fuera en enero o que rebajara su salario. De la noche a la mañana (de octubre a enero) se encontró en la suplencia. Su técnico, que alardea de independencia frente a sus dirigentes, le acusó de bajo rendimiento; aún peor, se hizo circular que Casillas se dedicaba a hablar por teléfono en los entrenamientos, todo valía para justificar lo injustificable.
El tercer año de Casillas en Oporto estaba siendo el mejor, imbatido en 8 de los 5 partidos de liga y con solo tres goles en contra. Abruptamente, en octubre, en vísperas de un partido de Champions, su entrenador Sergio Conceiçao le quitó la titularidad de la portería. (excepto en la Copa de la Liga, que perdió en los penaltis).
Se cerró el mercado de invierno el último día de enero y, milagrosamente -y cinco goles encajados por Sá- volvió a la titularidad en febrero. Y Casillas vuelve a poner el candado a la portería del Oporto. En esta temporada encaja un gol cada 148 minutos, cuando su sustituto José Sá encaja un gol cada 92 minutos. De los 22 encuentros con Casillas, el equipo ha acabado a cero en 14.
“Venga, Casillas, bájate un poquito el salario y quédate en la bellísima y confortable ciudad de Oporto”, dice uno de los mensajes de la campaña RenovaCasillas. Otro: “Renueva ya, simplemente porque ya eres uno de nosotros”; otro: “porque no hay millones para sustituir un guardarredes de esta calidad”.
“Es un monstruo sagrado del fútbol y solo espero que continúe en el Porto porque la imagen de nuestro club aún es más reconocida por el mundo. Todos vimos Liverpool, aplaudido de pie por los adversarios”, dice otro.
La última palabra la tiene Pinto da Costa, el presidente del club, el más veterano del fútbol mundial, quien le fichó en 2014 y quien dijo que nunca había conocido una persona de su fama tan humilde, pero también es el presidente que obligó al entrenador a relegar a Casillas al banquillo por tres meses.
Pinto da Costa, con la misma facilidad para decir sí y no en la misma frase, se ha preguntado así mismo después del partido de Liverpool. “¿A quién no le gustaría continuar con Casillas? Estoy muy feliz por tenerlo nosotros. Está demostrando que es una plusvalía para cualquier club. ¿Quedarse? Me gustaría. ¿Si es posible? Cuando es posible tener mar en Bragança, todo es posible”.
Fuente: AS
Fuente Fotográfica: AS