EDITORIAL
Jasper Cillessen, Lucas Digne, Yerry Mina, Denis Suárez, André Gomes, Ousmane Dembélé, Paco Alcácer y Aleix Vidal tienen hoy la oportunidad de demostrar que pueden ser jugadores importantes para el Barcelona esta misma temporada. Cada uno vive su situación personal y a pesar de que el entrenador esté satisfecho con el rendimiento de Cillessen, Alcácer y Vidal, suplentes de garantías en todos los casos y presentes en las rotaciones, los demás solo han jugado por obligación y alguno hasta acumula más de una docena de partidos sin pisar el césped. Hoy, sin embargo, serán titulares en la Supercopa de Catalunya que se disputará en Lleida.
La máxima de Ernesto Valverde es clara: rotaciones, las justas. En este contexto el 'txingurri' ha dado descanso a la plana mayor del equipo, los jugadores que fueron titulares ante el Atlético y también Paulinho Bezerra y Thomas Vermaelen. Ninguno de ellos jugará esta tarde ante el Espanyol en la Supercopa de Catalunya, una competición amistosa que debe servirle al Barcelona para recuperar para la causa a Dembélé, el fichaje más caro de la historia del club y de la Liga en su momento, Denis, que ya lleva trece partidos sin jugar un solo minuto, André Gomes, pitado el domingo por su propio público para desesperación del entrenador, y Digne, todavía muy lejos de discutirle nada a Jordi Alba.
Desde que arrancó el año 2018 el reparto de minutos ha sido desigual. Ni siquiera la Copa del Rey ha permitido ver más de dos o tres rotaciones por partido, lo cual ha penalizado a los jugadores de segunda línea. Denis, además, ha visto menguada su aportación desde la llegada de Philippe Coutinho. Y no hay que olvidar que el de hoy supondrá el tercer partido de Mina, el único central del primer equipo que viaja a Lleida, después de debutar como suplente en la Copa del Rey ante el Valencia y de gozar de la titularidad en el empate sin goles frente al Getafe.
Todos ellos serán titulares hoy e intentarán dar un paso al frente en los albores del tramo decisivo de la temporada, a falta de solo once jornadas para concluir el campeonato doméstico, a una semana vista de recibir al Chelsea a vida o muerte y con la final de la Copa del Rey a la vuelta de la esquina.