Este Brasil que se clasificó con holgura matemática al Mundial ahora hace otro tipo de cuentas: suma y resta días para vislumbrar con qué Neymar aterrizará en Rusia. Fue operado el 3 de marzo por una fractura en el metatarsiano derecho. El médico Lasmar fijó los plazos de recuperación entre dos meses y medio y tres. Estaría en condiciones de reaparecer el 3 de junio, solo 14 días antes del debut ante Suiza en Rusia 2018. ¿Alcanzará su mejor forma física, llegará con el suficiente ritmo futbolístico, irá de a poco en la etapa clasificatoria para exigirse a fondo en los playoff?
Está claro Neymar es la figura del equipo y que en condiciones normarles debería ser una de las estrellas en Rusia 2018, pero para amortiguar la ansiedad e incertidumbre que provoca el posoperatorio de su lesión, Brasil tiene en Tité al director técnico que le devolvió el poderío y el respeto internacional, que lo sacó de la postración en que lo tenía sumido Dunga.
Brasil está muy bien, armado y fuerte, no es Neymar-dependiente, pero la única derrota que sufrió en el ciclo de Tité (12 victorias y tres empates) fue ante la Argentina en el debut de Jorge Sampaoli. Claro, ese día no estuvo gran parte de la formación, ya que también faltaron Alisson, Dani Alves, Marquinhos, Miranda y Casemiro).
Tité suele utilizar el 4-1-4-1, pero no se aferra a ningún esquema para evitar ser un equipo previsible. El muy buen momento de William en Chelsea abrió el debate sobre la conveniencia de utilizar un cuadrado mágico, con Coutinho, William, Neymar y Gabriel Jesús, sobre todo ante rivales que se le cerrarán demasiado, que serán la mayoría.
El equilibrio que Fernandinho aporta a Manchester City en la salida y el retroceso le está dando un lugar en el doble pivote junto con Casemiro. Una alternativa para acompañar al volante de Real Madrid es Paulinho, de Barcelona. En ataque, una variante a Gabriel Jesús es Firmino, que suma 22 goles en 39 partidos de la temporada oficial de Liverpool.
Alemania no extraña a Neuer
Quien fue considerado el arquero más destacado del mundo, uno de los que mejor y más rápido se adaptó a la función específica de atajar combinada con la de líbero que es salida con los pies, corre serio riesgo de perder el puesto cuando salga del calvario de las lesiones que lo persiguen.
Manuel Neuer no juega oficialmente desde setiembre y se lo espera por todo lo que representa, pero Joachim Löw está muy tranquilo y conforme con Marc Ter Stegen, cuyas características son bastantes similares a las de Neuer: da seguridad bajo los palos y en Barcelona evolucionó mucho en el juego con los pies. Como campeón del mundo, Alemania irá bien cubierta al Mundial.
Löw sigue trabajando sobre la base del sistema 4-2-3-1. Una de sus búsquedas es la de encontrarle acompañante a Toni Kroos en el doble pivote. Saldrá de Emre Can (Liverpool), Ilkay Gündogan (Manchester City), Sami Khedira (Juventus) y Sebastian Rudy (Bayern Munich). La defensa tiene tres ubicaciones definidas con Kimmich, Boateng y Hummels. En el lateral izquierdo, como alternativa al lesionado Jonas Héctor apareció una de las revelaciones de la Bundesliga, Philipp Max (Augsburgo).
Pese a algunas críticas a Ozil, Löw lo respaldará para que sea el cerebro y principal asistente de una delantera en la que Thomas Müller puede arrancar desde la derecha o disputarle el centro del ataque al ascendente joven Timo Werner (Leipzig).
(GDA / La Nación)