El héroe que pasó a villano ha vuelto a retomar su capa y a conquistar los corazones de todos aquellos que, antes de su cambio de bando, le idolatraban. Este, es el mejor resumen que se le puede imponer a la trayectoria de Sergio Rico los últimos meses. Tras ser un miembro fundamental bajo palos durante la pasada temporada, el canterano sevillista ha sufrido mucho durante los últimos meses, donde llegó a perder su puesto con David Soria cuando Eduardo Berizzo comandaba aún al equipo.
La llegada de Vincenzo Montella le devolvió una confianza en portería que pocos entendían, más si cabe cuando el jugador de 24 años erraba, clamorosamente, en dos duelos consecutivos, ante Espanyol en Liga y en la ida de semifinales de Copa del Rey ante el Leganés.
Errores de bulto que Sergio Rico acumulaba en su espalda y que le situaban en el punto de mira de las críticas. Habiendo perdido también su condición de tercer guardameta de la Selección Española de Fútbol, la crisis para el guardameta parecía indudable... hasta la semana pasada. El sevillano se reivindicó ¡y de qué manera! Primero, secó al Leganés en el encuentro de vuelta de Copa del Rey y completó el círculo durante el fin de semana, en el choque ante el Girona, donde fue un auténtico muro y se ganó una merecida ovación al mantener a flote a su equipo cuando en el minuto 41 detenía un penalti a Aday Benítez que dejaba su portería a cero, dando fuerzas al resto de sus compañeros que acabaron logrando el triunfo por la mínima.
Sergio Rico habría recuperado la autoestima e iniciado el camino para retomar su mejor versión, esa que tanto de menos ha echado la hinchada de Sevilla y que podría tener de vuelta en el momento más importante de la temporada, con la fase final de la Champions League dispuesta a dar inicio en unas horas.