Estas fueron las claves del empate del Real Madrid ante el Levante en el Ciutat de Valencia (0-1), en la decimonovena jornada de LaLiga Santander.
1. Errores defensivos.
La reacción que buscaba Zinedine Zidane antes del PSG, con el objetivo de enlazar cuatro victorias que aumentasen la confianza y mejorase la autoestima, se desplomó por errores defensivos en todas sus líneas. Ausencia de presión del tridente ofensivo, mal repliegue de los centrocampistas en contragolpes que siempre pillaron en inferioridad al conjunto madridista y errores graves de la zaga. En el primer tanto Sergio Ramos descuidó su espalda, sin la ayuda de Marcelo para corregir el error; en el segundo Carvajal se equivoca en la salida de balón y recupera su posición andando, dejando un espacio que aprovechó el Levante para empatar.
2. Del dominio a la falta de pegada.
Corrigió errores de otros partidos en los que fue a remolque el Real Madrid con un inicio de partido serio y adelantándose en el marcador, pero nunca supo gestionar su ventaja. En el primer acto ejerció un dominio sin pegada, con un juego de poca profundidad. En el segundo, en un escenario del partido más abierto, volvió a pagar su falta de puntería en sus numerosas llegadas. Hasta 23 intentos de disparo, nueve a puerta, para dos goles. El Levante hizo los mismos tantos con tan solo cuatro disparos a Keylor Navas, que aún así fue salvador y vio como sus rechaces nunca son tapados por sus defensas.
3. Poca aportación de la BBC.
Tan solo Karim Benzema brilló del tridente ofensivo que había devuelto la esperanza tras juntarse nueve meses en el equipo titular que goleó en Mestalla. Las buenas sensaciones se apagaron con un Gareth Bale poco participativo, aislado del juego en banda derecha, con Cristiano Ronaldo sin acierto en el remate y con poca aparición. Fue Benzema el que generó espacios, se asoció con compañeros buscando continua participación retrasando su posición metros y generó peligro en acciones con Marcelo hasta que acabó asistiendo a Isco Alarcón en el segundo tanto. Zidane realizó dos cambios prácticamente inéditos quitando a Bale a los 66 minutos y a Cristiano Ronaldo en el 82 con el marcador apretado.
4. Excesos de confianza.
Pese al mal partido del Real Madrid, el triunfo lo tenía en el bolsillo y lo dejó escapar por un exceso de confianza en una acción repleta de malas decisiones a un minuto del final que acabó con la paciencia de Zidane. Benzema fue blando a un balón dividido y Carvajal en vez de mandar el esférico a terreno contrario para rebajar la presión que ejercía el Levante, intentó sacar el balón jugado lanzando una pared y descuidando su espalda. El resultado no pudo ser peor al regalar la posesión y dejar un agujero que explotó Pazzini para marcar. El conjunto madridista fue castigado en los dos momentos del partido en los que se adelantó en el marcador y sintió que tenía el trabajo hecho.
5. El orgullo de Modric y la reacción de Isco.
Pocos jugadores madridistas se acercaron a su verdadera identidad en el Ciutat de Valencia. Fue Luka Modric el que siempre tiró de orgullo para asumir el peso del juego e intentarlo hasta el final, y la salida de Isco Alarcón dio otro aire al Real Madrid. Su reacción a una nueva suplencia por el regreso de Bale, llegó con buen fútbol y un gol que parecía decisivo. No lo fue pero si reabre el debate para el PSG sobre una BBC indiscutible o la presencia de Isco en el equipo titular que se juega toda la temporada en una eliminatoria.