A la cuarta temporada ha ido la vencida. Después de que en pretemporada ya tuviera bastante protagonismo, Thomas Vermaelen se quedó en el FC Barcelona a la espera de una oportunidad que tardó mucho en llegar. Se quedaba fuera de las convocatorias en otoño y como cuarto central tuvo que esperar a la llegada de la Copa del Rey para tener minutos.
Lleva en el club desde 2014, aunque la temporada pasada estuvo cedido en la Roma, y apenas sumaba dos decenas de partidos hasta la fecha. Las lesiones y la falta de continuidad eran su lastre, pero la lesión de Javier Mascherano primero, la de Samuel Umtiti después y la decisión del argentino de cambiar de aires en enero cambiaron de pronto el panorama para él.
Ya suma 8 partidos en esta campaña y se ha afincado como titular en este momento del equipo de Ernesto Valverde. Además realizando buenas actuaciones en feudos nada sencillos como han sido Mestalla, el Estadio de la Cerámica o el Santiago Bernabéu, y ayudando a su escuadra a mantener una gran solidez en este curso.
Ha pasado de descartado a imprescindible, y todo apunta a que cuando Samuel Umtiti regrese seguirá siendo esencial el concurso del internacional belga en el tramo decisivo de la temporada, independientemente de quién llegue para cubrir la vacante del Jefecito.