Además de ser un gran jugador, Cristiano Ronaldo suele utilizar sus dotes de actor para exagerar ciertas faltas. Sin embargo, en la final del Mundial de Clubes ante Gremio, el crack del Real Madrid sí se llevó una entrada dolorosa.
No habían pasado ni dos minutos y el capitán del equipo de Porto Alegre, Pedro Geromel, lo rascó por atrás, a la altura de la pantorrilla, y dejó al portugués tirado en la cancha y con mucho dolor. Zidane y muchos madridistas quedaron preocupados.
Tuvieron que pasar varios segundos para que Cristiano Ronaldo puede reincorporarse al partido. Eso sí, el portugués pidió la amarilla para el jugador de Gremio y hasta le enseñó al árbitro cómo había quedado su pantorrilla.
En el segundo tiempo, las cosas mejorarían para Cristiano Ronaldo. Y es que el mejor jugador de la historia (como le gusta autoproclamarse) marcó el 1-0 ante Gremio luego de un impecable tiro libre.
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