Cristiano Ronaldo ganó su quinto Balón de Oro e igualó a Lionel Messi. No había forma de que el argentino se lleve el premio, así ciertos periodistas españoles –pro Barcelona y Messi– crean que este inicio de temporada del astro del equipo culé sea suficiente para hacerle sombra a los goles determinantes del portugués que llevaron al Real Madrid a levantar la Champions por segunda vez consecutiva.
¿En realidad alguien podría pensar que Cristiano no merece el premio? En este mundo futbolero, polarizado por Ronaldo y Messi, el fanatismo acérrimo por cada uno de estos cracks debería ser reemplazado por el disfrute de ambas superestrellas. Salvo Neymar, quien viene atrás a pasos agigantados, no se visualiza en el futuro inmediato una rivalidad deportiva tan maravillosa como las que ofrecen los talentos del Real Madrid y Barcelona.
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Entonces, dejando la camiseta y apellido de lado, el quinto Balón de Oro de Cristiano Ronaldo debería ser un hecho para destacar por donde se le mire. Quizá en el andar del galardón, entregado por la revista francesa “France Football” y considerado el más importante a nivel individual, Lionel Messi supere a Cristiano Ronaldo en el historial, pero este empate a cinco reivindica a un extraordinario futbolista que desde su mortalidad hizo descender del Olimpo a Messi y se volvió una preocupación para el rosarino en el camino de ser el mejor cada temporada.
El inicio de la campaña 2017-18 no comenzó como la anterior, en la que ‘CR7’ alzaba otra Orejona y repetía como máximo goleador de la Champions League. No cuajó una buena Copa Confederaciones y en el regreso a los campos, luego de ser papá, le marcó al Barcelona en la Supercopa de España y fue suspendido por empujar al árbitro. Se perdió cinco encuentros, cuatro de los cuales tuvo que cumplirlos en la Liga. Ello, sumado a su bajón en el campeonato español, fue aprovechado por Messi, quien marcó 13 goles en las primeras catorce jornadas. Sin embargo, a pesar de ese gran arranque, ningún tanto del ‘10’ blaugrana –salvo que seamos videntes– es tan determinante como los que anotó Cristiano y que le dieron al Real Madrid su duodécima Orejona y un nuevo título liguero.
Cristiano Ronaldo con 32 años lo volvió a hacer y acabó, momentáneamente, con la hegemonía de Messi. El niño de 10 años que fue fichado por el Nacional de su país por un monto insólito: dos indumentarias y 20 balones de fútbol, se lo ha ganado a punta de dedicación, esfuerzo y profesionalismo, virtudes que lo convirtieron en un futbolista completo. Un ciborg al que le queda perfecto el apodo de ‘CR7’.