Como varias personas en esta vida, siempre tenemos metas por cumplir, pero en ocasiones, algunas circunstancias no nos permiten lograrlo pese a la perseverancia y el esfuerzo que hayamos demostrado; algo que termina en desilusión y para muchos, en dejar ese sueño en el camino.
Esta situación le sucedió a la clavadista de altura Adriana Jiménez, ya que no pudo asistir a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y es que aunque ganó la plaza para México, no fue la elegida por la Federación Mexicana de Natación para representar al país, ¿el motivo? No contaba con los puntos necesarios para ser del seleccionado nacional.
Tras no haber cumplido uno de sus máximos sueños, Adriana pensó retirarse de las albercas y plataformas, una trayectoria que inició desde los 8 años.
"Me retiré a temprana edad porque no clasifiqué a Juegos Olímpicos, gané la plaza para México, pero no la gané para mí, eso me desmotivó mucho, ya no quería saber nada de los clavados"; por ello, comenzó la licenciatura en administración del deporte en la UVM.
La clavadista mexicana comenta que el no poder formar parte del equipo de clavados para la justa olímpica se debe a una "cuestión política un poco delicada, porque ganas la plaza para México, pero el reglamento de la Federación Internacional de Natación es distinto al de la Federación Mexicana; a nivel FINA yo logro el pase para mí, pero a nivel Federación Mexicana no lo logro, me faltaron unos lugares y se la cedieron a una compañera que ya estaba seleccionada".
A pesar de que Adriana tenía contemplado dedicarse a otras cosas tras dejar atrás los clavados, el destino le tenía algo preparado para regresar a esta disciplina, pero ahora, con un mayor grado de dificultad, lanzarse desde los 15 hasta llegar a los 20 metros de altura.
"Cuando comienzo a hacer los shows, yo no tenía planes de convertirme en clavadista de altura, yo sólo iba trabajar, probar suerte, divertirme, hacer algo diferente, pero cuando comencé a aprender a tirarme de más de 15 metros fue cuando comencé a tomarle un poquito más el gusto, hasta llegar a los 20 metros, fue a finales del 2013".
Fue en ese mismo año cuando "estaba el Campeonato de Mundial de Barcelona, donde por primera vez se incluyen los clavados de altura y la rama femenil, ahí fue cuando Jonathan Paredes gana la presea de bronce, un compatriota que hace historia y ver a las mujeres hacer clavados me motivó muchísimo y me dieron ganas de ser la primera mexicana en saltar de los 20 metros, de representar nuevamente a mi país. No tenía la certeza de que iba a suceder, pero yo ya lo tenía en mi mente y en mi corazón".
Tras concluir su contrato en los shows de clavados, Adriana no dudo un minuto en cuanto llegó a México y lo primero que hizo fue "ir a la Federación de Natación a tocar la puerta y comentarles que quería ser clavadista de altura, regresar y retomar mi carrera ya en otra disciplina".
A partir de ese entonces, la deportista se puso un nuevo reto en su trayectoria y fue así como llegó a su primera competencia del Campeonato Mundial de Clavados de Altura de Red Bull 2014, siendo Texas donde ella debutó a los 29 años.
"Mi sueño era ser la mejor del mundo, yo quería regresar con ese propósito, yo no sabía cómo lo iba a logar, pero por ahí empiezas, cuando tienes una meta fija y un sueño y todas las noches cierras los ojos y te ves en el podio, es cuando realmente lo logras", expresó.
Durante este año, Adriana tuvo una excelente actuación al terminar en la tercera posición general del torneo, donde su compatriota Jonathan Paredes se convirtió en el campeón mundial en la rama varonil. Además, la clavadista ganó la medalla de plata en el Mundial de Natación en Budapest.
"El tiempo es muy sabio", dijo Jiménez, quien sabe que con los años se valoran más las cosas, "la vida, tu talento, las aptitudes que Dios te mandó, lo valoras tanto que las quieres desarrollar con responsabilidad", motivos suficientes para tener un mejor desempeño en todo y a pesar de que su meta de niña era la máxima justa deportiva, nunca había tenido tan claro su objetivo como lo es ahora.
"Sí quería ir a los Juegos Olímpicos, pero no tenía la consciencia que tengo ahorita, no tenía ese objetivo tan claro como lo tengo ahorita, creo que fue gracias a los años, a la experiencia que he agarrado, al enriquecimiento que me han dado todos los momentos que me han ayudado a superar muchas cosas", reflexionó.
Un sueño que nunca imaginó
Actualmente, Adriana Jiménez es una de lasganadoras del Premio Nacional de Deportes 2017 por la Federación Mexicana de Natación en la categoría no profesional, de la cual nunca imaginó y que causa un sentimiento imposible de describir.
"Cada vez que me lo mencionan me pongo súper emocionada, nunca lo imagine, nunca me pasó por la cabeza", mencionó efusivamente.
"Yo veía en la tele cuando los deportistas destacados, que soy su fan, lo reciben de manos del Presidente y yo decía '¿qué se sentirá eso?, ¿qué se sentirá estar nominado para el Premio Nacional?', y ahorita que lo estoy, no me la creo, fue una sorpresa muy grande para mí; es un honor estar con la élite de los deportistas, no quepo de la felicidad, es una sensación indescriptible, pero estoy muy agradecida que me hayan tomado en cuenta", finalizó.