La UEFA ha anunciado hoy que abre medidas disciplinarias contra Patrice Evra por su acción de ayer, cuando antes del partido del Olympique de Marsella en la Europa League propinó una patada a uno de los aficionados de su equipo que lo increpaban junto a sus compañeros. Una acción que está dando la vuelta al mundo, la cual encontrábamos hoy en las portadas de muchos diarios.
Evidentemente la primera acción que a todos nos vino a la cabeza tras ver la del galo fue la de su compatriota Eric Cantona, que tuvo una larga sanción como la que seguramente tendrá que afrontar el carrilero de 36 años. El ex del Manchester United es un claro ejemplo de esos jugadores a los que la prensa inglesa ha tildado de “bad boys” por sus acciones antideportivas en un terreno de juego, y a los que vamos a recordar a propósito de la acción de Evra.
También en los diablos rojos encontramos a Roy Keane, que se vengó de Alf Inge Haaland después de que este último lo lesionara en 1997 y le acusara de fingir. «Ya había esperado lo suficiente. El balón estaba cerca, o eso creo. Toma esto, cabrón. Y nunca más vuelvas a ponerte sobre mí con cara de burla y desprecio mientras yo estoy lesionado», cuenta el irlandés en su autobiografía al definir este episodio que acabó con la carrera de su rival.
En Inglaterra recuerdan recurrentemente sus tabloides a varios protagonistas como Vinnie Jones (uno de los más violentos de la historia), Duncan Ferguson, Richard Dunne y también a Kieron Dyer y Lee Bowyer, compañeros del Newcastle que se enzarzaron a golpes en un partido. Y por último, para acabar con la lista (extensa sin duda) de británicos, queremos hacer una mención especial hacia Joey Barton, que tiene un historial bastante abultado en este tipo de acciones antideportivas.
No es inglés sino italiano, pero Paolo Di Canio jugaba en el Sheffield Wednesday cuando empujó al árbitro Paul Alcock y fue sancionado con 11 partidos en 1998. Además en su caso sus coqueteos con la ideología fascista no le han ayudado precisamente en su carrera tanto de jugador como de entrenador.
Ejemplos cercanos
También hemos encontrado ejemplos de “bad boys” mucho más cercanos en España, como por ejemplo al ahora entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, que clavó sus tacos en la pierna de Julen Guerrero, del Athletic Club, en una imagen impactante. El portugalujo fue “vengado” lamentablemente por Fernando Couto, del FC Barcelona, unos días después con un pisotón que también quedó en los anales de la Liga. En una acción ya más parecida a lo de ayer, el Toro Acuña pateó a un aficionado que había saltado al campo en El Madrigal, cuando el jugador defendía a un compañero del Real Zaragoza. Fue sancionado junto con César Láinez.
La pareja de centrales del Sevilla, formada por Fernando Navarro y Pablo Alfaro, dio también mucho que hablar por su dureza hace algunos años. Aunque la acción más espeluznante fue la protagonizada por el primero de ellos con el venezolano Juan Arango, de la que se habló durante mucho tiempo por su dureza y porque hizo que el sudamericano tuviera que ser trasladado al hospital.
Otros jugadores que protagonizaron acciones para el olvido fueron Lizarazu y Kily González, o Carlos Diogo y Luis Fabiano, con peleas dentro de un terreno de juego de las que se ven pocas veces. Y otra acción antideportiva más cercana a nuestros días es la de Pepe, jugador del Besiktas y ex del Real Madrid, que en 2009 en un partido ante el Getafe agredió a Casquero, Albín y se fue insultando del campo, si bien se arrepintió inmediatamente. Aunque después protagonizaría algunas acciones también duras en los Clásicos ante el FC Barcelona durante la etapa de José Mourinho.
Del cuadro culé es uno de los “bad boys” más conocidos actualmente del fútbol mundial: Luis Suárez. En la Premier League ya protagonizó varias acciones antideportivas que le costaron merecidas sanciones, aunque la más sonada de todas fue su mordisco a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil, por el que estuvo varios meses lesionado. Y curiosamente en la cita mundialista anterior encontramos otra acción antideportiva espeluznante, protagonizada por Nigel De Jong en la final ante España, con su famosa patada al pecho a Xabi Alonso que apenas fue castigada con una tarjeta amarilla. No sería la última acción antideportiva del holandés, que poco después lesionó de gravedad a Hatem Ben Arfa.
Y por último, nuestro “bad boy” que cierra este artículo, si bien es cierto que habrá muchos otros de los que nos estaremos olvidando, es Diego Costa. Experto en el arte de la provocación, ha protagonizado algunas acciones feas como su casi mordisco a Gareth Barri o su escupitajo a un árbitro en la Premier League.