La sensación en Italia, por no decir la certeza, es que Juventus hizo uno de los mejores negocios de los últimos tiempos con la contratación de Rodrigo Bentancur. Llegado a Turín por 9,5 millones de euros gracias a una cláusula incluida en la negociación con Boca por Carlos Tevez, en apenas dos partidos como titular con la camiseta de la Vecchia Signora el uruguayo ya enamoró a todos.
En el 1-0 sobre Fiorentina, en que el equipo de Allegri volvió a mostrar demasiado poco, el charrúa brilló con luz propia. Con personalidad para hacerse dueño de la mitad de la cancha, el volante aportó tanto en la construcción como en la destrucción de juego. Sus números no mienten: tocó 92 pelotas, tuvo una efectividad del 87,2% en los pases y recuperó 7 veces la bola. Pura productividad.
Apenas llegó a Italia, se hablaba de la posibilidad de que Bentancur fuera cedido para que empezara a adaptarse al fútbol europeo. Fue Allegri quien se dio cuenta de que estaba ante un jugador que podía darle muchas soluciones: desde la gira de pretemporada por Estados Unidos, el entrenador alabó las cualidades del oriundo de Nueva Helvecia. Por eso, sin perder el tiempo, empezó a darle responsabilidades desde el primer momento: antes del duelo con Fiorentina, ya lo había ubicado entre los once iniciales contra Barcelona, en un encuentro donde también estuvo a la altura de las circunstancias.
Uno de los puntos que más se valoran del uruguayo es su capacidad de adaptación a cualquier conformación del mediocampo que pueda ensayar la Juve: sea con dos mediocampistas centrales o con un triple pivot, el ex Boca puede acomodarse a las distintas posiciones y, debido a su juventud, tiene muchísimo margen para seguir mejorando. Algo que nadie duda que sucederá más temprano que tarde.
Tanta confianza tienen en la Vecchia Signora en lo que puede dar Bentancur que decidieron frenar cualquier intento de contratar otro hombre para la zona media. Antes de que se viera en la cancha el nivel del charrúa, los dirigentes turineses habían intentando, sin éxito, contratar a Kevin Strootman, de Roma. Actualmente, las jerarquías están claras: Miralem Pjanic es el dueño absoluto de la mitad de la cancha, mientras que Sami Khedira y Blaise Matuidi son la referencia en la recuperación. Detrás de ellos, con todo su futuro por delante, aparece Bentancur. Por ahora.