Ivan Rakitic publicó un artículo de su autoría en el cual cuenta su romántica historia de amor en Sevilla, a la vez que revela sus sueños de la infancia, su pasión por el fútbol que predica Barcelona y cómo se respira fútbol en su hogar, en el que su hija se enoja cuando los goles no los hace él.
"Si estoy en casa mirando un partido por televisión y alguien marca, ella se enfada mucho: 'No, tú debes marcar el gol', dice. No le importa si es Messi o Suárez. No. Tiene que ser papi el que marca. No puede asistir, debe marcar. Así que tengo que seguir esforzándome. Tendré que hablar con Leo sobre este tema", concluye el volante.
En el artículo publicado por The Players Tribune -mismo en el que Ronaldinho escribió 'Carta a mi yo más joven'-, Rakitic toma como disparador la relación con su mujer para resumir su carrera en España. El croata relata que, cuando estaba en un bar esperando para firmar con Sevilla, su hermano recibió un llamado de un club importante de Europa para que se tomara un avión y firmara allí.
El jugador, sin embargo, dijo: "Pues, le prometí al presidente de Sevilla que me iría allá, y mi palabra vale más que mi firma". Para, luego, agregar seriamente: "¿Ves a nuestra camarera? Yo voy a jugar aquí para Sevilla y me voy a casar con esta mujer".
El camino de la conquista no fue fácil y se extendió durante 7 meses, en los cuales Rakitic pasó la mayoría de las mañanas yendo a desayunar al trabajo de Raquel, quien lo rechazaba una y otra vez. Cuando, finalmente, aceptó, todo fluyó: "Desde entonces hemos estado juntos. Seis años después, y ahora con dos hijas preciosas, creo que eso fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Fue más duro que ganar la Liga de Campeones, y casi la misma duración".
Rakitic, hoy con 29 años, contó también sobre su infancia en Suiza, a donde llegó su familia alejándose de la guerra en Croacia. Su sentimiento patriótico, de hecho, siempre tuvo más que ver con el fútbol que con cualquier otra cosa: "A los 17 fui a jugar como profesional para Basel. Mi sueño estaba bien claro. Yo quería ser Robert Prosinečki. Por eso, poder ir a jugar en España, como hizo él, y ser nombrado el capitán de Sevilla, el primer extranjero después de Maradona, fue simplemente increíble".
Por último, expresó lo que significa para él jugar en Barcelona: "Hay un ritmo en la manera en que intentamos jugar –es como una gran máquina. Cuando pulsas el botón, todas las piezas adentro ya saben lo que tienen que hacer. Es una cosa verlo por televisión, o jugar contra el Barça, pero otra cosa es experimentarlo en tu propia piel. Si no te gusta el fútbol de Barcelona, es que no te gusta el fútbol", sentenció.