Aquí y en cualquier parte del mundo el tema de los fichajes atrapa. ¿A quién no le gusta conocer los nuevos jales de la temporada o los rumores en torno a los mejores futbolistas y clubes del mundo? Es inevitable, a veces, dar clic a esos ‘post’ llenos de intriga, en los que te anuncian una millonaria contratación, pero no te dicen el nombre del jugador o el equipo involucrado. Mucho más ahora que el fútbol mueve millones de millones de euros o dólares. Para nosotros todo esto resulta muy atractivo, pero para los directivos debe tratarse de una tarea muy difícil.
Fichar a un jugador no solo implica desembolsar una suma de dinero o convencer a un futbolista sin contrato de que juegue por tu equipo. Para fichar se requieren ciertos dotes de futurología. Más si se trata de jugadores que no están en el top 5 de los mejores del mundo, o son muy jóvenes y todavía no se consagran. Los cracks de primerísimo nivel –caso Neymar, Messi o Cristiano– funcionan en cualquier equipo. Con el resto de futbolistas no hay nada seguro. Hay que tener buen ojo, pensar en el estilo del club, analizar si el nuevo fichaje será compatible o no con sus compañeros. Diría que es todo un arte.
Manchester United pagó 100 millones por el francés Pogba. ¿Es mejor que Casemiro? Técnicamente quizá lo sea, pero el brasileño se adaptó mucho mejor al Real Madrid, es titular indiscutible y pieza clave del once de Zinedine Zidane. El francés, en cambio, sigue sin demostrar por qué costó tanto. ¿Cuánto pagó el equipo merengue por ‘Case’? Poco más de 7 millones de euros.
Florentino Pérez, presidente del cuadro merengue, ha demostrado que aprendió a fichar con el paso de las temporadas. Si antes se le criticó tanto, hoy se le debería elogiar cada vez que marca Asensio o cuando Lucas Vázquez juega un partidazo. Ya no es el Madrid de la ‘billetera’, definitivamente.
Por otro lado, los directivos de Manchester City deberían llevar clases de ‘scouting’, esa habilidad para detectar talentos deportivos desde edad muy temprana. Son cientos de millones invertidos en las últimas temporadas para ganar muy pocos títulos nacionales e internacionales.
Es fácil pagar 50 millones de euros por un lateral como Mendy, pero muy complicado descubrir a un joven Marcelo y contratarlo por solo 6 millones de euros. En el Perú un buen ejemplo fue la llegada del colombiano Tressor Moreno a Alianza Lima. Un jugadorazo que tranquilamente podría haber estado en Europa en ese entonces. ¿Suerte? Puede ser. Pero hay cosas que se pueden anticipar con un buen estudio y conocimiento del mercado. ¿Qué posibilidades tiene Paulinho (presentado ayer oficialmente) de brillar en Barcelona? Muy pocas. Las razones son obvias: el brasileño viene de jugar en China y tiene 31 años. Lo normal es que sea al revés: brillas en Europa y te vas a Asia o Qatar.
Los clubes más poderosos del mundo, si quieren ganarlo todo, necesitan más versiones de Florentino Pérez –en su momento actual– y menos de Manchester City.